lunes 15 abril 2024

Capilla abierta de San Esteban

por Rubén Aguilar Valenzuela

San Esteban Tizatlán, Tlaxcala

Toponimia

Tizatlán es una palabra náhuatl que significa “lugar de la tiza”. Así se conoce el sitio desde su fundación en el siglo XIII, por un grupo de teochichimecas, que se desprende del Señorío (Altepetl) de Ocotelulco.

Historia

Tizatlán es uno de los cuatro señoríos tlaxcaltecas que existían antes de la llegada de los españoles. El señor de éste era Xicohténcatl, “Señor de los labios de jicote”. Los otros tres: Ocotelolco, Tepiticpac y Quiahuiztlan.

En el Lienzo de Tlaxcala de 1550 hay referencias a la existencia de una capilla abierta construida como parte del palacio de Xicohténcatl y no sobre éste. Obra de la Provincia del Santo Evangelio de la orden de Frailes Menores (OFM).

De ese lienzo es también la información de que Hernán Cortés coloca una cruz en Tizatlán en compañía de los caciques Xicohténcatl y Maxixcatcim.

Manuel Toussaint sitúa la construcción de la actual capilla en 1571. Hay indicios, a partir de información de Motolinía, de que pudo ser antes. En 1939 es la primera vez que el estudio del arte colonial estuvo en el lugar.  

Exterior de la capilla.

Capilla 

Exterior 

Desde el siglo XIX, con la construcción de la iglesia de San Esteban, la capilla quedó adosada a esta en la parte posterior del presbiterio. En 1939 se utilizaba como sacristía de la parroquia.

La estructura es de cinco arcos de medio punto. Uno al centro y a cada lado de este uno recto y el otro inclinado, para empatar con el del centro. Son de cantera. Ahora del exterior no se pueden ver completos. Solo se ven dos de los arcos.

Pared posterior con dos ventanas del siglo XVI.
En la pared está incrustada esta pieza prehispánica.

Interior

Desde el interior se pueden ver los cinco arcos. Al frente, en la fotografía, la pared del ábside de la iglesia. Atrás el presbiterio de la capilla y al frente de éste, el espacio que aquí se ve que es una sala abierta. Es un lugar donde ya había asistentes a las ceremonias religiosas que aquí se celebraban.

Arcos del lado derecho si se está de frente al ábside de la capilla.

Murales 

Las imágenes que se pueden observar en la capilla son motivos religiosos y ornamentales. Su función original era motivar a quien asiste a las ceremonias y también instruirlo a través de las escenas plásticas que contenía representaciones religiosas, que se derivan de una posición teológica y catequética.

Arco triunfal.

– Arco Triunfal

Aquí se pintaron ángeles músicos y motivos ornamentales. Al centro, presidiendo la escena, está la representación de Dios Padre. 

El Bautismo de Jesús en el Río Jordán y La Adoración de los Reyes se pintaron en las franjas horizontales a ambos lados del presbiterio.

A la derecha, respecto al observador, de abajo hacia arriba: La Anunciación; Alegoría Franciscana y Jesús en el Purgatorio.

A la izquierda respecto al observador, de abajo hacia arriba: Aparición de Jesús a un personaje; Escena de la Resurrección y Aparición de Jesús a los apóstoles.  

En la zona perimetral donde se encuentran las zapatas o elementos de sostienen la viguería del techo, se pueden ver imágenes de ángeles policromados, separados entre sí por las zapatas talladas y pintadas en ocre. 

Para Elsa Dubois López del INAH – Tlaxcala el estilo de estos murales es lo que se conoce como Arte Indocristiano o Tequitqui. Se caracteriza por ser resultado de la fusión producida por el choque de las culturas: Española e Indígena en el primer siglo de la colonia.

Plantea que esto se puede ver, por ejemplo, en las figuras jeroglíficas, delineadas en negro y que fueron interpoladas entre los personajes principales del mural del Bautismo de Cristo; o como ocurre, a la inversa, con las representaciones pictóricas del presbiterio, en donde las imágenes en escena representan paisajes y vestimentas propias de la usanza española.

Bautismo de Jesús en el Jordán.

La pintura mural de la capilla se protegió, en buena medida, gracias al encalamiento que en el curso de la historia se le fue aplicado, según el uso que se dio al edificio desde su creación hasta que fue redescubierta por el trabajo de restauración del INAH.

El conjunto de murales en la capilla está conformado constructivamente por: piedra bola unida con lodo para formar los muros y después fue aplicada una cubierta de sillares de piedra unidos también con lodo.

Posteriormente, estas piedras fueron emparejadas por una serie de repellados de barro muy deleznables y al final, estos fueron cubiertos por un fino enlucido de cal, que, aunque muy delgado, presenta buena resistencia mecánica a pesar del deterioro. 

Si se observan los cambios provocados a la arquitectura, en relación con las modificaciones que se hicieron a la decoración mural, se aprecia que los encalados sirvieron de base para ocultar la primera imagen y funcionaron a la vez, como blanco de fondo para recibir la policromía posterior.

Las capas superpuestas, tal y como ocurre con el Bautismo de Cristo y en la Adoración de los Reyes, son únicamente policromías ornamentales, carentes de significación religiosa; y se fueron simplificando más conforme pasaron los años y los estilos artísticos de la decoración mural.

Aparición de Jesús a los apóstoles.

Techos

El techo es de vigas de madera que cubren la sala y el ábside. Esta fotografía muestra el lado derecho del techo si se está frente al ábside.

A la izquierda el Arco triunfal. El primer techo es el que cubre la parte central de la sala y el segundo, el del fondo, el que cubre uno de los coros laterales.

Las vigas se sostienen en zapatas. En medio ángeles como adorno. A la derecha, en la parte superior de la pared, una cenefa de pintura como adorno. 

Sótano

De la Gran sala se pasa a un pequeño cuarto donde hay una escalera que baja a un sótano.

En el sótano hay dos ventanas que dan a la Gran Sala en la parte inferior. Esta es una de ellas.

Sacristía

Al lado derecho de la Gran Sala está un pequeño espacio. Es el que se ve en la foto. Quien nos abrió el lugar nos dijo que había sido la sacristía. No estoy seguro de eso. En su interior se ve como una construcción posterior al siglo XVI.

Comentario

La capilla es impresionante. Lo es en su propuesta arquitectónica y en la calidad de sus murales. Uno se siente en un espacio sagrado. En un recinto dedicada a la oración y a la alabanza a Dios.

Hay armonía entre todos los elementos; los arquitectónicos y los artísticos. La planta de la capilla es original y el diálogo entre sus cinco arcos llama la atención.

El ábside con el mural al fondo que ahora está en restauración. El arco triunfal pintado con intensos colores. Las paredes laterales también pintadas.

Las zapatas que sostienen las vigas adornadas con ángeles y querubines. Las cenefas en la parte superior del techo, que son vigas de madera.

La estructura exterior con su altura y líneas rectas que resulta muy moderna. Grandes bloques lisos y rectos. Disfruté la visita. La obra me dijo mucho.

Es un gran ejemplo de la arquitectura religiosa del siglo XVI. La propuesta de la capilla abierta, para dar cabida a grandes grupos. Y la exuberancia de los murales.


– Visitas 

2022 (abril) 

– Fuentes consultadas  

  • Notas de la visita.
  • Dubois López, Elsa, Conocimientos técnicos obtenidos en relación con el proyecto de conservación de las pinturas murales de la capilla abierta de Tizatlán, INAH – Tlaxcala. 
  • Artiga B, Juan, Capillas abiertas aisladas de México, Unam, México, 1992.

Twitter: @RubenAguilar

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