miércoles 24 abril 2024

Callar ante la realidad

por Armando Reyes Vigueras

En el México de hoy, opinar o abordar ciertos temas en redes sociales se ha convertido en una actividad de riesgo, pues un muy bien entrenado grupo de usuarios se dedica a atacar a quienes tocan asuntos como la violencia contra las mujeres, la inseguridad o el desempleo, exigiendo currículums impolutos o una pureza política que ni ellos pueden cumplir, pero –eso sí– sin que los mismos dediquen una sola palabra a los temas que configuran una de las peores crisis que vivimos como país.

A callar como momias

Ante una realidad en la que la violencia contra las mujeres se expresa con un primer trimestre de 2020 como el más violento, el desempleo alcanza al 25% de los mexicanos, muchos usuarios de redes sociales prefieren atacar a quien señala que el presidente usará el caso de Emilio Lozoya para fines electorales.

Ante los más de 14 mil homicidios dolosos en el marco de la violencia derivada de la delincuencia, o el atentado que sufrió García Harfuch en pleno Paseo de la Reforma, muchos usuarios prefieren callar ante esto y criticar al grupo que publicó un desplegado en el que piden una alianza electoral para 2021.

Ante las evidencias de que niños con cáncer sufren desabasto de medicinas, la cifra de más de 40 mil muertos a causa del Covid-19 y las contradicciones del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, respecto a contagios o al pico de la pandemia, muchos prefieren atacar a quien señala estos temas exigiendo muestre sus críticas en sexenios pasados, cuando ellos mismos no han escrito ni una sola palabra respecto a estas situaciones.

Ante recortes presupuestales incomprensibles, justificados por una austeridad que esconde un mal manejo económico, como el que sufren programas para atender a mujeres o los que se han dado en el sector cultural, muchos usuarios prefieren cuestionar a quien menciona la falta de estrategia en seguridad, con el mismo argumento de que no leyeron algo parecido en sexenios anteriores, o se congratulan porque el presidente saludó a la mamá de “El Chapo”.

Getty Images

Ante las evidencias de una caída de la economía nacional que podría situarse en -10% tan sólo este año, la reducción de los ingresos fiscales del gobierno federal y la falta de apoyos a empresarios tanto micro, como pequeños y medianos para conservar sus empresas y, con ellas, las fuentes de empleo, muchos prefieren señalar que no han leído nada en contra de Felipe Calderón de la pluma de quien da cuenta de esta realidad económica.

Ante la falta de resultados en materia de combate a la corrupción, sin que se haya sancionado a alguna empresa o llevado a juicio a alguien por la supuesta corrupción que había en el proyecto del aeropuerto de Texcoco, argumento usado para su cancelación, y la tolerancia a los datos que suponen irregularidades en las propiedades inmobiliarias de un miembro del gabinete como Manuel Bartlett o de un académico que con su sueldo de maestro y el de su esposa, también acumularon diversas propiedades, como es el caso de John Ackerman, muchos se indignan porque periodistas no muestran señalamientos similares de sexenios pasados, aunque existan, como si su vida como lectores hubiera empezado en diciembre de 2018.

Ante los desplantes propagandísticos en redes sociales del Cártel Jalisco Nueva Generación, la violencia desatada por el narcotráfico en distintas entidades del país o los cuerpos desmembrados que han aparecido en nuestras calles, de lo cual se ha dado cuenta en medios, muchos usuarios de redes sociales están más preocupados por la militancia del autor que señala estos temas, aunque en sus perfiles en redes presumen la suya con el ahora partido oficial.

Ante el deterioro del sistema de salud, la falta de equipo o apoyo para médicos, enfermeras y personal que completa el cuadro de atención a pacientes, en especial en esta coyuntura de pandemia, quien haga eco de esta problemática es cuestionado acerca de unas supuestas “verdaderas intenciones” de parte de usuarios en redes que no han escrito ni una sola palabra respecto a esto.

Ante la negativa de comunidades indígenas, incluso del EZLN, al Tren Maya, o las evidencias de que por la crisis económica que atravesamos sería preferible posponer el proyecto, como propuso Cuauhtémoc Cárdenas, cualquier columnista que escriba sobre esto se expone a un ataque en el que se le señala la pérdida de privilegios –sin especificar cuáles–, de parte de usuarios en redes que no escriben ni una sola línea acerca de estos temas, pero se dedican a retuitear o compartir todo lo que publica el círculo cercano al presidente desde Palacio Nacional.

Ante las cada vez más incomprensibles sentencias, en alguien que buscó por años llegar a la presidencia –incluso con una toma de posesión “legítima”–, que demuestran ignorancia, como ha sido el caso de que los generadores de energía eólica afean el paisaje, que quienes estudiaron en el extranjero se equiparan a hijos de mafiosos o que para enfrentar el coronavirus se necesitan estampitas religiosas, usuarios de redes estallan pidiendo no se saque de contexto las palabras del presidente, pero repiten sin parar acerca del falso alcoholismo de Calderón, aún y cuando Federico Arreola señaló que fue el autor de dicho infundio –que es falso para que entiendan dichos usuarios–.

Y lo más curioso, ante tantas evidencias de errores e incapacidad gubernamental, con discursos en los que se citan fechas de manera errónea, como la fundación de México, y otros ejemplos, los caricaturistas del régimen prefieren dibujar a los opositores y no aprovechar todo el material que se ofrece en las mañaneras, callando como momias ante las diversas crisis que atravesamos en el México de hoy.

También te puede interesar