jueves 28 marzo 2024

Cadena perpetua

por Regina Freyman

Escribo en esta ocasión sin destinatario fijo o quizás con el deseo de expulsar de mí y cifrar con palabras el desconsuelo. Acabo de terminar clases por Zoom habiendo asegurado a mis alumnos que la fragilidad del cuerpo nos obliga a repensar el mundo. Somos cibernéticos, pero somos biológicamente vulnerables. Llevo un año semi encerrada igual que tú que me lees, cada día una persona más cercana a mi hogar, a mis afectos, se enferma. El temor me crece y estoy hasta la madre de tanta mentira de este gobierno, así, con todas sus letras.

Llevo toda la mañana queriendo inscribir a mi esposo mayor de 60 al portal https://mivacuna.salud.gob.mx/ . Me siento atrapada narrando desde ópticas distintas una sola historia, la de una mujer de 53 años que ha visto cómo este país cumple una cadena perpetua a manos de la peor clase política, incapaz de pensar más que en su beneficio. Encerrada como me encuentro, intento cuadrar mi día con múltiples actividades, una de ellas es ver aquellas películas que he dejado pendientes. Ayer tocó justamente, Cadena Perpetua de Ripstein, inspirada en la novela Lo de antes de Luis Spota. No cabe duda de que somos como ese pobre carterista, el Tarzán, que no puede salir de su dinámica bestial de conquistador empedernido y raterillo. Javier se enfrenta a los problemas de la vida honrada y es tentado muchas veces. Siempre logra corromper al sistema para escapar de la cárcel hasta que es enviado a las Islas Marías a trabajar la sal. Al salir, se casa y procura una vida honesta de nuevo como cobrador bancario. Javier es extorsionado, humillado y obligado a delinquir nuevamente por el policía corrupto que lo ayudara en el pasado y que también lo enviara a prisión. Condenado, vive una cadena perpetua alimentando la codicia “institucional”. En la última escena, un Tarzán maduro, sin trabajo, vuelve de carterista en un círculo vicioso que lo mantiene sin esperanza.

Así salados, los mexicanos vemos ocasionalmente la luz para caer nuevamente en “lo de antes”, un país “marcado por sus antecedentes y una red organizada que le exige obediencia” (me apropio de una de las frases de la sinopsis de la novela). Sumar nuestra condición actual es desolador: tercer lugar mundial en número de muertes por Covid-19 y el lugar 19 en tasa por millón de habitantes[1]; un endeudamiento de marca histórica a pesar de las promesas presidenciales[2]; la amenaza constante a la libertad de expresión, ahora “regulando” a las redes sociales[3]; imposición de candidatos acusados de violación[4]… Y no sigo porque llenamos la página de desatinos, corruptelas peor que lo de antes.

Si algo argumenta hasta la saciedad este gobierno y sus fanáticos seguidores, es que ellos serían más empáticos al “pueblo bueno”, que su gestión sería distinta a las anteriores por su fundamental visión de izquierda, más proclive s pensar en el dolor de los desprotegidos y en dar prioridad a los más pobres. En su libro Against Empathy, Paul Bloom advierte de los terribles peligros de la empatía, sugiere que sentir como el otro no es lo mismo que sentir por el otro, algo que se corresponde con una actitud compasiva que orienta a distinguir la brecha que nos hace incapaces de ser el otro pero que posibilita el entendimiento para tener agencia y actuar en apoyo.

Es decir, a un médico de nada le sirve sentir como el paciente, tal vez ello lo llevaría a la sensibilidad extrema y la incapacidad para tomar decisiones. Nos cuenta Bloom que al famoso monje budista Matthieu Ricard, célebre por dejar analizar su cerebro y mostrar con ello que es muy “feliz”, (de ahí el apodo de el hombre más feliz de el mundo; frase innegablemente publicitaria, puesto que habría que estudiar millones de cerebros más para estar seguros) se sometió a dos resonancia magnética nuclear (fMRI) para medir su estado anímico, dos resultados a partir de dos estados mentales: uno expuesto a imágenes de dolor y convocado a experimentar dicho sufrimiento, y otra del mismo modo, pero experimentando amor hacia los seres sufrientes en las imágenes, es decir,  empatía y compasión. La primera le ocasionó una gran tristeza y la segunda bienestar.

Bloom nos cuenta que la empatía como mecanismo para generar emociones ha sido perversamente usada tanto por la mercadotecnia como por la política. Aclara que este sentimiento es como un reflector que se orienta de diversos modos hacia los más cercanos y hacia los propios intereses, de ahí que, con sendos ejemplos, nos muestre que en general, los liberales y los conservadores, los de derecha y los de izquierda, sólo posicionan el reflector en distintos puntos, es decir en diferentes actores. En apariencia el discurso liberal de izquierda puede sonar más empático y el de derecha conservador más racional; en ambos casos se empatiza con sectores diversos, y en todos, se busca el beneplácito de las mayorías, lo que hoy nos conduce a un discurso casi indiferenciado. Es a la hora de conducir el barco que se empieza a sentir la marea.

Me siento mareada y a punto del hundimiento. Sin entrar en más detalles vox populi, diario se suma un error más, una mentira más de la incalculable colección de Spin (vamos en 37 mil)[5] ; una promesa incumplida, miles de muertes más, vacunas inexistentes, páginas caídas[6]. Cero empatía, esa se usa discrecionalmente en campaña, en mañaneras pero no sirve para comprar medicamentos ni para atender enfermos a menos que de la misma se asegure un voto y ¿compasión? Esa sólo para el enfermo Totalmente Palacio.

¿Palacio? Si se me permite (qué otra les queda) termino con otra película de Ripstein, la que toca hoy: En una vieja casa en el centro de la Ciudad de México se construye El palacio de la pureza, cinta inspirada en una historia real que aborda la cruda realidad de una presidente que sueña con someter a la ciudadanía a los peligros de la corrupción.

Convencido de que el mundo exterior es dañino para la formación del ser humano ideal, el mandatario miente y crea con ello una irrealidad, intenta censurar medios y “reglamentar” redes sociales. Fuera de Palacio, el mandatario consume la carne que prohíbe.

[1] https://aristeguinoticias.com/2901/mexico/mexico-es-tercer-lugar-mundial-en-numero-de-muertes-por-covid-19-y-el-lugar-19-en-tasa-por-millon-de-habitantes/

[2] https://expansion.mx/economia/2021/02/02/deuda-mexico-marca-historico-2020-y-crecera-mas-2021

[3] https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/esto-es-lo-que-sabemos-sobre-la-regulacion-de-redes-sociales-segun-monreal

[4] https://elpais.com/mexico/2021-02-01/morena-confirma-a-salgado-macedonio-como-su-precandidato-en-guerrero-pese-a-las-denuncias-de-violacion.html

[5] https://cnnespanol.cnn.com/video/conferencia-matituna-amlo-500-mananera-transparencia-propaganda-luis-estrada-spin-redaccion-mexico/

[6] https://www.forbes.com.mx/noticias-registro-vacuna-se-cae-pagina-gobierno/

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