¿Por qué bancos que compartían accionistas, que habían sido dirigidos por la misma persona y que estaban muy cercanos en su filosofía empresarial, por fin decidieron fusionarse?
Por una sencilla razón: por el nuevo tamaño de la institución resultante del matrimonio Banorte-Interacciones, que, de un plumazo y aprobadas las concernientes solicitudes a autoridades, será el segundo banco a nivel de activos del sistema financiero mexicano.
Va por segundo puesto en bancos
Obviamente, ya veremos la respuesta de Banamex, dirigido por Ernesto Torres Cantú y que opera bastante bien siendo el segundo banco más grande del sistema… hasta ahora. También veremos la reacción de Santander, dirigido por Héctor Grisi, que ha buscado la eficiencia en los últimos años.
Pero de que Banorte-Interacciones quiere mandar la señal de ser el segundo banco más grande, sólo después de BBVA Bancomer, ni lo dude. Banorte-Interacciones buscará que su nuevo tamaño le ayude en cuanto a financiamiento y economías a escala.
Banorte sabe que no tiene matrices internacionales, como Bancomer con BBVA, Banamex con Citi, o Santander o HSBC con matriz en Londres, o Scotiabank con matriz en Canadá. De ahí que Banorte-Interacciones haya visto en el tamaño una salida interesante para competir.
Compras de Banorte
Banorte lleva años creciendo a través de compras, inorgánicamente. Primero, en 2011, se comió a Banco IXE, el banco de nicho que le permitió acceder a banca patrimonial y de clientes que necesitaban más sofisticación.
Después vino la compra de Afore Bancomer, que le dio presencia en el mercado de los principales inversionistas institucionales del país. Pero faltaba la fusión lógica, la que traían pensando desde hace años, pero que la homologación de procesos se los había impedido.
Y ahora Banorte, encabezado por Carlos Hank González, logra la fusión. Hank González es presidente de Banorte y fue director general de Interacciones.
Hank González, equipo y fusión
Desde hace años, cuando vivía su abuelo, Roberto González Barrera, se había invitado a Hank Gozález a dejar Interacciones e irse a Banorte.
Pero fue tiempo después —cuando Hank González, con su llegada lógica a Banorte por ser el socio accionista que operaba bancos—, ahora también en una jugada lógica, fusiona Interacciones, el banco que dirigió.
Banorte dará economías a escala, por su tamaño, desde cajeros, sucursales y acceso a financiamiento. Interacciones dará especialización en financiamiento a infraestructura y gobierno. Hank González se apoyó para la fusión en dos hombres, Marcos Ramírez, y el director de Interacciones, Carlos Rojo. Ambos permanecerán en el nuevo modelo de Banorte… recargado.
Salario Mínimo, aumento porcentual y en pesos
La Conasami, presidida por Basilio González, por segundo año consecutivo y recibiendo la presión de los propios empresarios, ahora está por elevar el salario mínimo de los 488 mil trabajadores que no llegan a resolver ni siquiera la Línea de Bienestar para obtener los alimentos y servicios básicos.
Fue la Coparmex, la Confederación Patronal (sí, la patronal, aunque no lo crea), la que apoyó esta propuesta totalmente justa: elevar el salario mínimo a un mínimo de bienestar, a la Línea de Bienestar que mide el Coneval.
El salario actual es de 80.04 pesos al día. ¿Podrá llegar a los 95.24 pesos diarios para tocar la Línea de Binestar? Sería lo deseable.
En 2017 quedó demostrado que elevar el salario mínimo sólo en una parte porcentual para actualizarlo con la inflación y en otra parte (la del Monto Independiente de Recuperación) en pesos, fue totalmente viable.
No causó inflación, porque los patrones lo absorbieron. No causó efecto faro en los sindicatos, porque el alza no fue porcentual sino en pesos. No hubo informalidad porque las personas que lo ganan son formales.
Todo está listo para que el salario mínimo pueda aumentar a, por lo menos, la Línea de Bienestar. No hay muchos pretextos para no hacerlo.
Este artículo fue publicado en El Excélsior el 26 de octubre de 2017, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
