viernes 19 abril 2024

Australia y la diplomacia del Koala

por María Cristina Rosas

 

Australia es un remoto país del Pacifico Sur con un extenso territorio escasamente poblado. Cuenta con 7 692 024 kilómetros cuadrados y una población de 25 942 700 habitantes. Por lo tanto, la densidad demográfica es de 3. 4 personas por kilómetro cuadrado. Con un producto interno bruto (PIB) de 1. 53 billones (trillions) de dólares, es la 15ª economía a nivel mundial y posee un ingreso per cápita de 64 895 dólares -medidos ambos en términos del poder adquisitivo. Australia ocupa la 8ª posición en los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con un desarrollo muy alto. Figura en el 16° lugar -en un listado de 141 países- en el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial correspondiente a 2021.[1] En el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, también se encuentra en la 3ª posición.[2] En el índice de percepción de la corrupción de Transparency International, el país oceánico está en el 18° lugar entre 180 naciones en 2021.[3] En el índice de paz global de 2021, Australia está en el 16° lugar, empatada con Suecia en un listado de 163 países.[4] En el índice de seguridad en salud global está en el 4° lugar entre 195 países.[5] En el índice de felicidad ocupa el 12° lugar a escala planetaria.[6] En el índice de poder suave de 2021 se encuentra en el 10° lugar entre 100 países analizados.[7] En el índice Henley de pasaportes más aceptados en el mundo, Australia figura en la 9ª posición empatada con Canadá con 183 países donde el documento de identidad del país de los canguros es aceptado.[8]

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Los marsupiales de Australia

Australia: biodiversidad y agenda ambiental

Australia es uno de los países más biodiversos. Conocer su historia ayuda a documentar la evolución del mundo. Hace 35 millones de años, Australia se separó de los demás continentes y por sus peculiaridades geológicas presenta una fauna y una flora muy distintas respecto a otras partes del globo terráqueo. Para muchos, Australia es el lugar donde la evolución se detuvo. Los monotremas, por ejemplo, representados por los equidnas y los ornitorrincos, constituyen eslabones entre reptiles y mamíferos. Los ornitorrincos son mamíferos pero nacen de huevos. Tienen pico de pato, cola de castor y patas de nutria. Las hembras carecen de pezones por lo que no pueden alimentar a sus crías -quienes nacen prematuramente- vía la succión. La leche materna fluye a través de la piel y los bebés lamen el cuerpo de su madre para alimentarse. Para que esta leche no se contamine al excretarse por la piel de la madre, el líquido fluye también con componentes antibacteriales que hacen seguro su consumo para las crías. Fascinante ¿no?

Con todo, son los marsupiales, entre ellos los uombats, ualabís, canguros y koalas los que, sin duda, han puesto a Australia en el mapa mundial. Los marsupiales son mamíferos no placentarios cuyas crías nacen en estado de gestación por lo que ésta continúa fuera de la madre, en su bolsa ventral, donde residen las glándulas mamarias que les permitirán alimentarse hasta que completen su desarrollo. Si bien se piensa que eso sólo ocurre con las especies endémicas de Australia, en el continente americano la zarigüeya también es un marsupial con esas características. De hecho, existen unas 270 especies de marsupiales en el mundo de los que 70 están en América y las 200 restantes en Australia.[9]

FOTOGRAFÍA DE JOEL SARTORE, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE

Entre los marsupiales referidos, el canguro es la especie más icónica. El canguro rojo -el mayor de las diversas variedades que existen- es el animal nacional de Australia. Hay canguros en el escudo de armas del país, en las monedas, en los uniformes deportivos y en los aviones de Qantas, la aerolínea más popular. Sin embargo, la tasa de fertilidad de los icónicos marsupiales es muy alta, lo que lleva a que en la gigantesca ínsula existen más de dos canguros por habitantes. Se les considera una plaga, lo que lleva a que exista una cuota de matanzas para evitar que se coman el pasto designado para el ganado y las ovejas, que son especies comerciales muy redituables. Los diversos estados que integran a Australia han creado cuotas para la matanza de estos marsupiales que en años recientes han llegado a los cinco millones de ejemplares. Hay algunas especies de canguros amenazadas que, lamentablemente, no son identificadas ni protegidas por sus victimarios. La otra razón por la que se produce la muerte de canguros es para aprovechar su piel y para hacer souvenirs. Su carne es comestible pero su consumo no se encuentra tan difundido en la población. Por supuesto que la cacería de canguros, que se produce generalmente de noche, no recibirá condecoraciones en materia de los derechos de los animales. La norma establece que se debe matar al canguro de un balazo en la cabeza para evitar un sufrimiento mayor, pero esto no siempre ocurre así y los cazadores les disparan en otras partes del cuerpo. Los bebés de las madres mueren al perecer ellas. Cuando no ocurre los cazadores los matan a golpes para no gastar otra bala. Este procedimiento se desarrolla así porque los canguros no son animales que se puedan domesticar ni contener -las cercas o vallas construidas para mantenerlos a raya no funcionan dado que estos animales brincan y las evaden.[10]

La presencia de asentamientos humanos en Australia ha sido, entonces, la mayor amenaza para la fauna y la flora nativas. Otro icónico marsupial, el koala, se enfrenta a los estragos de los fenómenos naturales, que amenazan la supervivencia de la especie, mientras que, en otras partes del país también se han realizado matanzas de ellos por “razones humanitarias”, con el argumento de que pueden morir de hambre al haber una sobrepoblación.

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La diplomacia del koala

El koala (pharcolactos cinereus) es un marsupial que se asienta en el oriente de Australia. Es en esta parte del país donde existe eucalipto, que es el alimento esencial de esta especie. Hay koalas en Queensland, Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur. El territorio en que se asientan comprende desde la Meseta Atherton al este de Cairns en Queensland hasta las islas costeras de Victoria y Australia del Sur, en el sur, y centro-este de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria.[11]

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Líderes asistentes a la Cumbre del G-20 con koalas

Los koalas además viven y duermen en los árboles de eucalipto: se calcula que pasan 18-20 horas dormidos. Las hembras adultas pesan entre 4 y 10 kilogramos, en tanto los machos tienen un peso de entre 4 y 14 kilogramos. Se alimentan de las hojas de eucalipto sobre todo en la noche. No consumen mucha agua. Cada koala come el equivalente a un kilogramo de eucalipto diariamente. Las hojas del eucalipto son tóxicas. Sin embargo, los koalas poseen un sistema digestivo con un estómago muy largo que genera mecanismos para que las hojas venenosas no les hagan daño. El olor de estos marsupiales es semejante al de las pastillas para la garganta. Los bebés nacen ciegos y sin orejas. Por el instinto, el pequeño o Joey sale del vientre de la madre y se asienta en la bolsa frontal para completar su desarrollo a lo largo de siete meses. En esa bolsa comerá. Cuando la cría finalmente sale de la bolsa se coloca en la espalda de su mamá y va con ella a todas partes.[12]

Se calcula que existen entre 300 y 100 mil koalas en Australia, pero la población se ha desplomado dramáticamente desde finales del siglo XIX y principios del XX cuando se les cazaba para apoderarse de sus pieles. Se estima que unos 4 000 koalas mueren cada año por atropellamiento o por perros que los atacan. A ello hay que sumar enfermedades como la clamidia, la deforestación, las sequías y olas de calor y, por supuesto, los incendios.[13]

El gobierno australiano, a pesar de poseer una fauna tan singular, no ha sido sino hasta recientemente que ha esbozado el equivalente a la exitosa diplomacia del panda de la República Popular China (RP China) -misma que Beijing ha empleado no sólo para hacerse de una imagen empática en el mundo, sino también como moneda de cambio a la hora de buscar el acceso a materias primas estratégicas, tratados comerciales o también para cerrar acuerdos de inversión de diversa índole- a través de los koalas. En este sentido, la incipiente diplomacia del koala se mostró de manera más clara en el marco de la Cumbre del G-20 desarrollada en Brisbane en 2014. En aquella oportunidad, el Primer Ministro de Australia, Tony Abott dispuso que los mandatarios asistentes a la reunión tuvieran la posibilidad de convivir con los marsupiales, como se ilustra en la imagen 3.

El gesto fue recibido con distintos resultados. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, que se ha construido una imagen como amante de los animales, cargó gustoso al marsupial. Su contraparte estadunidense Barack Obama, también. Lo mismo hizo el entonces Primer Ministro Canadiense Stephen Harper al igual que la mandataria brasileña Dilma Rousseff. Quien se negó a arrullar a los koalas fue la canciller germana Angela Merkel, quien, como se puede observar en la imagen respectiva, se aproximó al Primer Ministro australiano para formularle preguntas.

Más allá de las singulares fotos, no queda claro si esta decisión partió del deseo de reducir las tensiones entre los participantes o se proponía inaugurar una estrategia de mejora de la imagen internacional de un país que ha sido poco empático con la agenda ambiental global. Corría el año de 2014 y varios de los asistentes condenaban la anexión de Crimea por parte de Rusia ocurrida en marzo de ese año -la cumbre se celebró los días 15 y 16 de noviembre. Se sabe que el encuentro entre el Presidente ruso y sus contrapartes fue ríspido, pero la diplomacia del koala ayudó, al menos por un momento, a generar un ambiente de cordialidad entre los participantes.[14]

Tras este suceso el Ministerio de Asuntos Exteriores de Australia elaboró un manual de unas 600 páginas, donde esbozaba la diplomacia del koala. Julie Bishop, a la sazón responsable de la diplomacia del país, señaló que la diplomacia del koala promueve los valores en una democracia abierta, libre y tolerante. De hecho, así como la RP China ha usado a los panditas como parte de su imagen internacional y de su poder suave, Australia ha contemplado el envío de koalas a países aliados y amigos para estrechar los vínculos. Se habló de enviar koalas a Singapur, por ejemplo, para celebrar los 50 años de independencia de la ciudad-Estado.[15]

Con México ha habido acercamientos para traer koalas al Zoológico de Chapultepec en el marco del 55° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones -las relaciones se inauguraron oficialmente el 14 de marzo de 1966. Se sabe que el proceso está en marcha pero tomará tiempo antes de concretarse porque las regulaciones nacionales tanto de México como de Australia, además de las internacionales -como por ejemplo las que existen al amparo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES)- son muy estrictas y demandan cumplir con muchas condiciones antes de autorizar el intercambio de especies.

Ahora bien, el koala, como se explicaba, es una especie endémica pero también amenazada y algunas noticias que se tienen sobre la muerte por inyección letal de muchos ejemplares en el país, han sido muy mal recibidas por los defensores de los derechos de los animales. De hecho, el propio Presidente ruso criticó duramente que se usara a los koalas como parte de la diplomacia pública australiana en aquella cumbre del G-20 de 2014, al conocerse que entre 2013 y 2014 alrededor de 686 koalas fueron ejecutados por las autoridades, quienes los capturaron en los árboles donde se encontraran y procedieron a matarlos. El argumento del gobierno australiano es que los koalas estaban en peligro de morir de hambre ante la creciente reproducción de los marsupiales para los que no existían suficientes árboles de los que pudieran alimentarse.[16] Vladímir Putin, que abandono aquella cumbre del G-20 luego de recibir múltiples criticas por haberse anexado Crimea, aprovechó esta noticia para cuestionar la diplomacia del koala del gobierno australiano. La embajada rusa en Sídney externó preocupación porque los koalas que fueron fotografiados con los jefes de Estado y/o de gobierno asistentes a la Cumbre del G-20 hubieran sido asesinados posteriormente, en el proceso descrito, mismo que además se desarrolló en secreto y causó el enojo de grupos ambientales y defensores de los derechos de los animales. Ello, sumado a las imágenes de los koalas quemados y muertos en los incendios de 2019-2020 y posteriores, han dado al traste con la intención de proyectar una imagen ambiental responsable de Australia ante el mundo.

A manera de comparación, en la RP China el panda es un tesoro nacional y quien intente traficarlo o matarlo para vender su piel o su cuerpo, se tiene previsto que sea castigado con la pena de muerte. Cierto, la RP China parece draconiana en la manera en que protege al icónico mamífero. Sin embargo, el gobierno chino se presenta ante el mundo como genuinamente preocupado por la conservación de los pandas y cuenta con la existencia de criaderos más los programas de conservación que mantiene con diversas naciones del mundo, lo que no sólo ha llevado a que la especie haya salido ya de la calificación de “en peligro de extinción”, sino que además genera los ya citados beneficios económicos, comerciales, políticos y de imagen a un país que, paradójicamente, importa y trafica ilegalmente diversas especies amenazadas del mundo -ahí está el caso de la totoaba, para citar sólo un caso- y que ha tenido políticas ambientales sumamente lesivas para la biodiversidad y la reducción de emisiones contaminantes a escala planetaria. Tal vez Australia debería analizar más a fondo la experiencia de la RP China y de su diplomacia del panda.

Australia y la agenda ambiental global

Australia no se ha distinguido en el mundo de hoy por ser ambientalmente amigable. El país es el segundo mayor exportador de carbón en el mundo -que, como es sabido, al ser usado como combustible es extremadamente contaminante. Por ser también una potencia minera -algunas de las compañías mineras más importantes del mundo como BHP Billiton son de ese país- genera una de las huellas de carbono más altas del planeta en más de tres veces la media mundial que es de 5 toneladas métricas de dióxido de carbono -los australianos producen 17 toneladas. Debido a las presiones de los industriales del carbón, el país es de los pocos en el mundo que no cuenta con un plan de neutralidad climática para 2050. [17]

El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos flagelos enormes para la seguridad nacional del país. Por ser un territorio insular y por encontrarse sus principales urbes en las franjas costeras occidental y oriental, un aumento en el nivel del mar podría causar estragos en el país. Asimismo, los incendios forestales vividos en años recientes, no sólo han incinerado una zona equivalente a la extensión de Siria, sino que, según estudios científicos, liberaron una enorme cantidad de partículas de humo en la estratósfera que se extendió por todo el hemisferio sur y se mantuvo por meses, como suele ocurrir con las erupciones volcánicas. Los aerosoles atmosféricos causan contaminación y afectan al clima del planeta.[18] Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) unos 3 000 millones de animales murieron en los incendios de 2019-2020.[19]

Las imágenes de koalas en llamas o calcinados le han dado la vuelta al mundo, en lo que muchos asumen como un desinterés de las autoridades para proteger a la fauna nativa. También se considera que Australia coadyuva a que los incendios sean cada vez más devastadores al generar los impactos ambientales descritos, lo que llevaría a pensar que una diplomacia del koala debería partir por una visión amplia en materia de seguridad ambiental, centrada en proteger los ecosistemas, la biodiversidad y en elaborar compromisos ambientales decisivos. El costo de no hacerlo es enorme y sólo puede empeorar en los siguientes años. Según estudios, los costos económicos de los incendios podrían ser de 24 000 millones de euros de aquí a 2050. La explotación de carbón y minerales, que son enviados a la República Popular China (RP China), no parece que puedan seguir siendo sustentables sin aniquilar los ecosistemas australianos.[20]

Consideraciones finales

El hombre llegó a Australia hace unos 45 mil años al término de la última glaciación y desde su arribo, ha impactado en los hábitat de especies animales y vegetales. Sus actividades de la vida diaria, incluyendo la alimentación, la vivienda, y la cada vez mayor urbanización han diezmado a los ecosistemas, generando una amenaza  para la biodiversidad del país.

Históricamente también se han tomado decisiones muy lamentables al introducir especies no endémicas al país con resultados catastróficos. El tema, abordado con el ácido humor de Los Simpson en el episodio 119 de la sexta temporada de la serie, titulado “Bart contra Australia” cuenta como el primogénito de la familia, tras haber hecho la travesura de timar vía telefónica a un niño australiano, debe viajar a la enorme isla con su familia, para pedir disculpas. Al llegar al aeropuerto, Bart lee un aviso en que se advierte la prohibición de ingresar con especies animales y flora y el niño, que traía una rana en una caja, decide liberarla en una fuente del lugar. Al final del episodio se puede observar cómo la descendencia de la rana de Bart está devorando los cultivos y reproduciéndose a lo largo y ancho del país. Esta narrativa fue tomada de un suceso que ocurrió en el mundo real a medados del siglo XIX cuando fueron introducidos conejos al país.

A partir de 1850 los ingleses llevaron a Australia conejos para la caza. En unos pocos años, los conejos se convirtieron en una verdadera “plaga”, avanzando a razón de 96 kilómetros por año y destruyendo gran parte de la vegetación autóctona. Las personas construyeron vallas y cercas para evitar el ingreso de los conejos a sus cultivos. Una de las vallas llegó a tener 1 984 kilómetros de longitud en Australia Occidental -tema destacado, por cierto, en la película Rabbit proof fence (2002) de Phillip Noyce, que narra la historia de niñas indígenas que fueron arrancadas de sus familias y lugares autóctonos para ser “educadas” por australianos blancos conforme a la premisa de que los aborígenes no son personas; pero en la película las niñas se las arreglan para volver a su hogar siguiendo el camino trazado por una extensa cerca erigida para ahuyentar conejos. A pesar de estas cercas, los conejos saltaban y escapaban y seguían su destructivo camino. No sería sino hasta 100 años después, en la década de 1950 del siglo XX, que, debido a la guerra biológica emprendida por la autoridades mediante la propagación de una contagiosa enfermedad, la mixomatosis, que se pudo controlar la población de los lagomorfos. La mixomatosis fue identificada en Uruguay. Es una enfermedad cuyo vector son los mosquitos. Los conejos infectados experimentaban la deformación de sus órganos genitales y quedaban ciegos antes de morir. Se encontró que la guerra biológica era más efectiva que emplear gases venenosos o estrangular a los conejos.[21] Terrible ¿verdad? Pero el problema de fondo es que los asentamientos humanos han progresado sin cuidar el equilibrio para garantizar la autorregulación de los ecosistemas. Australia, al menos al día de hoy, aparece como el menos preocupado -como tampoco ocupado- en materia ambiental entre las economías más avanzadas.

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Cerca para contener la plaga de conejos en Australia

Lo interesante de la diplomacia del koala es que no se inscribe -como tampoco la diplomacia del panda en el momento actualen el obsequio, préstamo o arrendamiento de animales exóticos a gobernantes o zoológicos como un fin en sí mismo. En el mundo de lo políticamente correcto, para poner un ejemplo, los zoológicos son cuestionados crecientemente por mantener especies, muchas de ellas exóticas, endémicas o amenazadas -o ambas-, fuera de su hábitat. Hoy es la conservación e investigación de estas especies lo que norma su intercambio o extracción de sus hábitat originales o otras partes del mundo a partir de rigurosas normas internacionales. A pesar de ello, su trafico ilícito lamentablemente continúa.

En todo caso, la diplomacia del panda como la diplomacia del koala parecieran obedecer más al objetivo central de proyectar una buena imagen al público a través de abrazar, jugar, arrullar o tener contacto con animales en lo que muchos consideran una suerte de pet diplomacy. El Presidente ruso es el campeón de ello, al aparecer en los medios de comunicación con diversas especies animales, aparentemente para “suavizar” la imagen pública de un personaje muy defenestrado en la política internacional. Sin embargo, hay otros casos a ponderar: los dos perros de agua portugueses que varias veces mostró el entonces mandatario estadunidense Barack Obama en la Sala Oval o bien el labrador que el mandatario nigeriano obsequió a su homólogo francés Emmanuel Macron, son imágenes que le han dado la vuelta al mundo. Curiosamente, estas imágenes humanizan ante la opinión pública a los líderes políticos. No queda claro, sin embargo, qué tan favorable es para la conservación y el cuidado de la biodiversidad en el mundo, este empleo, por razones de imagen, de la fauna de los países en las relaciones internacionales.[22]


[1] Klaus Schwab (2019), World Competitiveness Report 2019, Geneva, World Economic Forum, p. xiii, disponible en http://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf

[2] The Heritage Foundation (2021), 2020 Index of Economic Freedom, Washington D. C. The Heritage Foundation, disponible en https://www.heritage.org/index/country/australia

[3] Transparency International (2021), Corruption perception Index 2020, Berlin, Transparency International, disponible en https://www.transparency.org/en/cpi/2021

[4] Institute for Economics and Peace (2021), Global Peace Index 2021. Measuring Peace in a Complex World, Sydney, Institute for Economics and Peace, disponible en https://www.visionofhumanity.org/resources/global-peace-index-2021/

[5] John Hopkins (October 2019), Global Health Security Index. Building  Collective Action and Accountability, disponible en https://www.ghsindex.org/wp-content/uploads/2020/04/2019-Global-Health-Security-Index.pdf

[6] Helliwell, John F., Richard Layard, Jeffrey Sachs, and Jan-Emmanuel De Neve (editors) (2021), World Happiness Report 2021, New York, Sustainable Development Solutions Network, disponible en https://happiness-report.s3.amazonaws.com/2021/WHR+21.pdf

[7] Brand Finance (2021), Global Soft Power Index 2021, disponible en https://brandirectory.com/globalsoftpower/download/brand-finance-global-soft-power-index-2021.pdf

[8] Milenio (12.01.2022), “¿Para viajar a todos lados? Estos son los pasaportes más poderosos del mundo en 2022”, disponible en https://www.milenio.com/internacional/pasaportes-mas-poderosos-del-mundo-en-2022

[9] Enrique Arriols (s/f), “Qué son los animales marsupiales y ejemplos”, en Ecología verde, disponible en https://www.ecologiaverde.com/que-son-los-animales-marsupiales-y-ejemplos-1194.html

[10] Peter Singer (18 de marzo de 2018), “La nación de los canguros”, en La Nación, disponible en https://www.nacion.com/opinion/columnistas/la-nacion-de-los-canguros/B5JC6COBSZHLTEDRD7AV5WQC7U/story/

[11] Australia Koala Foundation (s/f), “¿Cuántos quedan?”, disponible en https://www.savethekoala.com/spanish/spkoalashowmany

[12] National Geographic (s/f), “Koala”, disponible en https://www.nationalgeographic.es/animales/koala

[13] Australia Koala Foundation, Ibid.

[14] Kami Dimitrova (15 November 2014), “President Obama, Putin Cozy Up With Koalas at G20 Summit”, en ABC News, disponible en https://abcnews.go.com/News/president-obama-putin-cozy-koalas-g20-summit/story?id=26937335

[15] Tom Arup (December 26, 2014), “The rise and influence of koala diplomacy”, en The Sidney Morning Herald, disponible en https://www.smh.com.au/politics/federal/the-rise-and-influence-of-koala-diplomacy-20141224-12dj2b.html

[16] Sarah Dean y Sarah Michael (5 March 2015), “Russian embassy hopes the koala President Vladimir Putin hugged during G20 survived the secret government cull which killed 686 of the cute marsupials by lethal injection”, en Daily Mail, disponible en https://www.dailymail.co.uk/news/article-2980240/Russian-embassy-hopes-koala-President-Vladimir-Putin-hugged-G20-survived-secret-government-cull-killed-686-cute-marsupials-lethal-injection.html

[17] El Ágora (7 de septiembre 2021), “La ONU vuelve a alertar a Australia sobre su falta de planes climáticos”, disponible en https://www.elagoradiario.com/desarrollo-sostenible/cambio-climatico/onu-alerta-australia-falta-planes-climaticos/

[18] DW (19.03.2021), “Los incendios de Australia causaron un impacto atmosférico similar al de un volcán”, disponible en https://www.dw.com/es/los-incendios-de-australia-causaron-un-impacto-atmosf%C3%A9rico-similar-al-de-un-volc%C3%A1n/a-56935171

[19] Gary Nunn (2021), “Australia: prueba de fuego”, en El correo de la UNESCO, disponible enhttps://es.unesco.org/courier/2021-3/australia-prueba-fuego

[20] RFI (07/01/2020), “¿Qué consecuencias económicas tienen los incendios en Australia?”, disponible en https://www.rfi.fr/es/asia-pacifico/20200107-que-consecuencias-economicas-tienen-los-incendios-en-australia

[21] BBC Mundo (27 de mayo de 2018), “Mixomatosis, la enfermedad que el gobierno australiano importó de Uruguay para controlar una catastrófica plaga en los años 50”, disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-44247520

[22] Ana María Vázquez Duran (marzo 9, 2021), De la Animal Diplomacy a la Pet Diplomacy, Centro de Estudios Internacionales del Mayab, disponible en https://ceim.com.mx/de-la-animal-diplomacy-a-la-pet-diplomacy/

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