La actual administración, en su línea ideológica de anular a la clase media (por considerarla antagónica a los pobres) les plantó a los habitantes de la capitalina colonia Condesa un tianguis de mariguana, donde hay tráfico de drogas.
Son puestos de promotores del uso libre de la mariguana, que el Senado pidió al gobierno capitalino mover de sus instalaciones por considerar que ya se habían convertido en un punto de narcomenudeo. Pues lo metieron en la Glorieta de Chilpancingo.
Luego serán San Miguel Chapultepec, Del Valle, Nochebuena y otras típicas de la clase media de la CDMX, algo que va en sintonía con otros golpes durísimos del gobierno a la clase media, como dejar morir escuelas privadas y pequeños y medianos negocios.
Es algo natural en un gobierno en el que una de sus ideólogas y ex jefa del partido gobernante, Yeidckol Polevnsky, explica que:
“El problema que habría que entender es que, cuando sacas a gente de la pobreza y llega a clase media, se les olvida de donde vienen, porque la gente piensa como vive, entonces cuando llegan a ser clase media se les olvida de dónde vienen y quien los sacó”.
De ahí que el actual gobierno descalifique a la clase media por fifí, blanquita, camajana, pirrurri…, como Chávez la tildaba de escuálida, excluyéndola (ambos gobernantes) de los programas gubernamentales y quitándole importancia social.
Por ejemplo, en 2020 se produjo aquí la cancelación del 18 por ciento de las colegiaturas en escuelas privadas, según un estudio de la Universidad Iberoamericana; y quebró un millón 10 mil empresas en México, el ocho por ciento del total en el país, según el Inegi.
Y los dos primeros años de actual administración produjeron el mayor de pobres en la historia reciente, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe: 50.6 por ciento el nivel de pobreza, 18.3 por ciento la pobreza extrema.
El de 16 febrero de 2018, un ideólogo castrochavista, Rafael Correa (ex presidente de Ecuador que quiso eternizarse en el poder cambiando la Constitución), escribió en Regeneración.mx, el órgano ideológico del actual gobierno:
Esa nueva clase media necesita un nuevo discurso y mensaje. Sus demandas no son solamente diferentes, sino incluso antagónicas a las de los pobres, y sucumben más fácilmente a los cantos de sirena de la derecha y su prensa, que les ofrece para todos un estilo de vida a lo New York.
Así que llévenle a la Glorieta de Chilpancingo un plantón de operadores de grupos delictivos de narcomenudeo, con fachada de colectivos culturales y artesanos pro-cannabis. Es, en los hechos, una zona de tolerancia. No juguemos con las palabras.
Al fin que la clase media es antagónica a los pobres.
