viernes 19 abril 2024

Aquí, un escenario como la Bolivia de Evo

por Rubén Cortés

El escenario político de México con este presidente, para junio, es similar al de la Bolivia de Evo Morales en octubre de 2019: peligro de que sean anuladas las próximas elecciones, por la violación de la imparcialidad del mandatario y otros funcionarios públicos.

Un caos. Un ambiente parecido: hasta con una comisión observadora de la OEA trabajando aquí para la jornada del seis de junio, la cual se ha convertido en centro de las denuncias contra el presidente, por intervenir en la campaña violando la veda electoral.

Una atmósfera en la que se debe de recordar que el mandatario mexicano y el sucesor de Evo Morales en Bolivia firmaron hace un mes un acuerdo para limitar las misiones electorales de la OEA, al considerarlas “intervenciones en la política interna”.

Vivimos tal contexto de inseguridad democrática que el consejero presidente del INE ve que la violación a los principios constitucionales en materia electoral por parte del gobierno, puede causar la anulación de los próximos comicios.

En 2019, en Bolivia, la OEA aceptó verificar la transparencia y legitimidad de la elección ante acusaciones a Morales, quien respondió denunciando a la OEA de “golpe de Estado” y llamando a sus seguidores a “defender la democracia”.

En México, la comisión observadora de la OEA ya recibió denuncias del PAN, MC y del candidato priista a gobernar Nuevo León, por la utilización del presidente de sus conferencias matutinas para “difundir logros del gobierno”.

Pero la acusación es aceptada por el propio presidente. “Claro que sí estoy metiendo las manos en las elecciones”, ha insistido en sus “mañaneras”.

Ya el INE ordenó la retirada de una de esas conferencias por lo mismo que están acusando al presidente ante la OEA: por “difundir resultados de su gobierno”. Sin embargo, el Jefe de Estado incumple la solicitud y es quien provoca la inestabilidad electoral.

Y es por eso que México vive actualmente el riesgo de que las próximas elecciones sean anuladas por el órgano electoral, al igual que fueron anuladas las que perdió Evo Morales en Bolivia en octubre 2019.

Lo explica el mismo consejero presidente del INE: “Uno de los principios constitucionales que establecen la posibilidad de anular una elección es la imparcialidad de los funcionarios públicos, y lo que está en juego es refrendar o no la democracia”.

Sin embargo, es el mandatario quien provoca el riesgo de anular la elección por parte del INE. Es el mandatario quien se niega a dejar de apoyar a su partido, como manda la ley. Así que ya no hay remedio: tras la elección habrá un verano caliente en México.

Sobre todo porque el presidente perderá la mayoría legislativa con la que pensaba afianzar su gobierno de corte autocrático.

 

También te puede interesar