jueves 28 marzo 2024

Anaya, Massive Caller y las encuestas jabón de Federico Arreola

por Angélica Recillas

Federico Arreola lanzó la voz de alarma a primera hora del 28 de abril: Citando a Alberto Saavedra, director de un portal denominado breaking.com.mx, acusó que Ricardo Anaya le pagó un millón 600 mil pesos a la empresa Massive Caller cuatro días antes del debate de candidatos presidenciales y existía un contrato que así lo demostraba. Y más aún, que la encuesta que dicha firma efectuó después del encuentro, arrojó que el abanderado de la coalición por México al Frente ganó el debate y además creció en intención de voto en casi un punto. Esas dos variables, según el administrador del sitio web en cuestión, eran concluyentes de que Anaya “compró” la encuesta para verse favorecido.

El contrato que se menciona está disponible en el portal de transparencia del INE, en el rubro correspondiente a los gastos de campaña registrados por los candidatos. Está vigente del 18 de abril al 25 de mayo, lapso en el cual la firma realizará varias mediciones para la coalición que postula a Anaya Cortés. 

La legislación electoral autoriza a partidos y candidatos contratar encuestadoras, siempre y cuando proporcionen al INE la información correspondiente sobre la compañía que los lleva a cabo, la metodología y el costo de los servicios. Es decir, en este sentido, Anaya y la coalición no cometieron ninguna infracción a la ley al contratar a Massive Caller. Ahora bien, para concluir si sus encuestas fueron o no “truqueadas” se requiere un análisis científico que Breaking y Federico Arreola están lejos de ofrecer: lo suyo era otra cosa: sembrar la consigna del sospechosismo.

Como si tomase dictado de lo dicho por Arreola, el reportero de Proceso, Álvaro Delgado, citando a la misma fuente que el director SDP Noticias, hace un refrito de la misma historia con el plus de que Carlos Campos Rojas, propietario de Massive Caller, fue militante del PAN. Asimismo, en una mesa para Proceso TV junto con sus compañeros de trabajo y militancia, Jenaro Villamil y José Gil Olmos, afirmó que Anaya “compra encuestas”.

Apenas el 23 de febrero pasado, el portal Breaking difundió con bombo y platillo, que Morena llevaba la delantera en siete de las nueve gubernaturas en disputa. ¿Y cuál creen que era la empresa encuestadora?, adivinaron: Massive Caller. Y no sólo eso, Álvaro Delgado se dio a la tarea de difundir alguna de ellas, como una donde subrayaba que en un bastión panista como Guanajuato, Morena registraba un avance significativo.

Y medios aún más militantes que Proceso como Revolución 3.0 o Regeneración, que ayer festinaban las encuestas de Massive Caller donde Morena arrasaba, ahora también se suman a la cargada contra esa firma, porque el resultado de su sondeo postdebate, que dicho sea de paso no quitó a López Obrador del primer sitio en intención de voto, no se ajustó a la medida de sus deseos.

Por lo que respecta a Federico Arreola éste ha descalificado en mayor o menor medida a prácticamente todas las encuestadoras del país y Massive Caller, no iba a ser la excepción. Según él las empresas no buscan decir lo que pasa en el proceso electoral, sino “vender a los candidatos como si fueran marca de jabón”. Pero no pierde ocasión de promover su propio jabón, sus encuestas de Facebook, que puede ser tanto o más resbaloso que el de sus rivales.

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