sábado 20 abril 2024

AMLOnomics inamovibles

por José Yuste

No contratar más deuda. Ajustar el cinturón del gasto. No aumentar impuestos. Austeridad republicana, diría López Obrador, en lo que ha sido su AMLOnomics. En esta crisis sanitaria-económica se podría haber esperado un plan contracíclio. Ya sabe, un gasto para apoyar los puestos de trabajo, frente al fuerte desempleo, o promover el sector servicios, frente a la crisis del turismo, restaurantes, entretenimiento. Pero el plan contracíclico, nunca llegó por la simple y sencilla razón que los AMLOnomics, son una receta de austeridad en el gasto, mezclada con un fuerte centralismo presupuestal y en la toma de decisiones. Todas las decisiones presupuestales se toman desde Palacio Nacional. Por eso desaparecen fideicomisos. Por eso hay captura de reguladores energéticos.

PRESIDENTE: GASTAR NO LES FUNCIONÓ

Esta semana, el presidente López Obrador frente a las recomendaciones del FMI, y las declaraciones del exsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, dejó en claro su receta económica. Es más, criticó a las economías que realizaron gastos contracíclicos.

“(En varios países) se aplicó la receta de dar prórrogas en el pago de impuestos, rescatar empresas, contratar deuda, y eso la verdad, es que no ha servido…En Europa y EU, optaron por eso y no se ve tan clara la recuperación económica para todo lo que le metieron (a la economía)”, remató el mandatario mexicano.

La receta del presidente López Obrador, para reactivarse, se basa en dos pilares. Sus obras insignia, desde Dos Bocas hasta Tren Maya. Así como en sus programas sociales, con los cuales plantea que se generan empleos y consumo desde abajo.

Y su mantra es la austeridad fiscal, que contrasta con su discurso diario. Citibanamex (en su estudio AMLOnomics), señala que quizá López Obrador, como otros presidentes de corte popular, crecieron con los costos de estabilización que trajeron los desórdenes fiscales.

RECETA IDÉNTICA A LA ORIGINAL DE HACE DOS AÑOS

El presidente López Obrador no se sale del guion inicial de su gobierno. No gastar. No endeudarse. Pero dentro de esa austeridad fiscal impulsa sus obras insignia y sus programas sociales (de dinero en efectivo). Y que todo se centralice, presupuesto y decisiones.

Los AMLOnomics, además, cree en el modelo energético de un Pemex y CFE, que regresen a lo más parecido a monopolios de Estado, dando al traste con inversiones energéticas que creaban competencia (la competencia en los AMLOnomics, es subsidio a privados).

Los AMLOnomics consideran que las reglas para la inversión privada, pueden ser cambiantes con consultas y captura de reguladores. Y las inversiones privadas necesitan reglas de más largo plazo.

En esta mezcla de austeridad fiscal, con centralismo en el manejo del presupuesto y toma de decisiones, así como la facilidad de cambiar reglas para la inversión privada, hay un salvavidas: el sector externo.

La apertura económica mediante el T-MEC es la válvula de recuperación económica en México a través de exportaciones y remesas. Los AMLOnomics con que inició el sexenio, no se han movido un ápice, a pesar de la peor crisis en casi 90 años.


Este artículo fue publicado en Excélsior el 09 de octubre de 2020. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.

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