Está bien buscar estímulos del mercado interno. Sabemos que la economía mexicana no ha crecido como debiera, con todo y reformas y estabilidad. Debemos buscar nuevas formas de expansión del mercado interno, con temas como salario mínimo digno, con productividad ligada a los salarios, con competitividad. Sin duda.
El problema es ¿cómo estimular la economía, inyectando gasto, sin caer en las clásicas trampas de deuda o inflación?
Dos de los precandidatos presidenciales más visibles ya iniciaron con propuestas muy claras de estimular el mercado interno con becas y salarios para todos, se empleen o no. Se habla de estimular el consumo interno y la igualdad de ingresos. Pero la crítica no se hará llegar del problema fiscal que ello traería.
AMLO, CONSUMO INTERNO A NINIS, ESTUDIANTES, ADULTOS
Ayer vimos al precandidato presidencial de Morena, López Obrador, proponer varias inyecciones de gasto para estimular el consumo interno, que, desde luego, son bien intencionadas… pero tienen un problema de inicio: ¿cómo financiarlas a lo largo del tiempo?
Dar salarios a más de dos millones 300 mil ninis, aquellos que no trabajan ni estudian, mientras son aprendices, suena bien. El tema es de dónde se les puede pagar el salario que se está pensando de tres mil 600 pesos mensuales. Lo mismo sucede con las becas propuestas a todos los estudiantes de educación media y superior, es decir, de preparatoria para arriba, que recibirían, según el planteamiento de AMLO, una beca mensual de dos mil 400 pesos.
Y de igual manera se les pagaría a los adultos mayores, que se les duplicaría su pensión a mil 200 pesos mensuales. Sin duda, todos quisiéramos hacer eso. El problema es cómo financiarlo, sin caer en deuda, en déficit público, que se transforme en una espiral inflacionaria y de desestabilización.
En honor a la verdad, debemos decir que uno de esos apoyos le resultó a López Obrador cuando estuvo al frente del gobierno capitalino, el de dar pensiones a adultos mayores (el gobierno federal lo siguió). La crítica fue que también le daba pensiones a personas ricas que no lo necesitaban. Y ahora el problema será darle pensiones a los adultos mayores, que, por pirámide poblacional, cada vez serán más y más.
ANAYA, INGRESO BÁSICO UNIVERSAL: MEJORA IGUALDAD Y ESTIMULA ECONOMÍA
Pero no sólo ha sido López Obrador quien ha planteado un estímulo a las personas para el mercado interno.
También ha sido Ricardo Anaya, el exdirigente panista y ahora precandidato por la coalición electoral (del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) llamada Por México al Frente. Anaya trae la propuesta de establecer un ingreso básico universal. Es una idea que han manejado premios Nobel tan disímbolos, como Milton Friedman o Angus Deaton.
Se trata de dar una renta mensual a todas las personas mexicanas, por el simple hecho de ser mexicanas. Para Anaya, al dar este ingreso universal se abate el uso clientelar de programas sociales, porque se da a todo el mundo. Además, ayudaría a reducir la pobreza, a mejorar la igualdad y estimularía el mercado interno.
Recuerda que hay países desarrollados que lo están planteando (de hecho, varios países desarrollados lo plantean como una alternativa para quienes se están desempleando por la incorporación tecnológica, pero es una ayuda temporal mientras esas personas toman cursos de capacitación para adaptarse a la tecnología y trabajos globalizados).
El problema es cómo financiarlo. De hecho, el expresidente Felipe Calderón de inmediato le respondió a Anaya que ello llevaría a caer en déficit, deuda pública y crisis financiera.
CHERTORIVSKI, INGRESO BÁSICO SE INTENTÓ EN LA CDMX
El tema del ingreso básico universal está llegando con fuerza a México. La editorial Grano de Sal acaba de lanzar el libro Ingreso básico, una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sensata. El libro viene escrito por los economistas Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght, y vale mucho la pena ver sus propuestas. En este libro, Salomón Chertorivski, el ahora precandidato interno a la jefatura de Gobierno de la capital, hizo la introducción para nuestro país, y recuerda que ellos intentaron en la Ciudad de México lanzar un ingreso básico universal, pero no tenían los recursos fiscales para hacerlo, y no existe la disposición hacendaria ni del Banco de México para llevarlo a cabo.
MEADE, CONSUMO INTERNO, CUIDANDO FINANZAS
Ahí están las propuestas sugerentes para los votantes, tanto de López Obrador como de Anaya. El problema, en efecto, es cómo financiarlas. Para algunos críticos, debemos salir del ajuste fiscal que tenemos todo el tiempo y animarnos a fórmulas para estimular el mercado interno. Para Hacienda y el Banco de México, el tema es sencillo: dejar de tener finanzas públicas nos hará caer otra vez en las crisis que ya hemos padecido, perder grado de inversión, regresar a inflaciones desordenas, a elevadas tasas.
El reto es para José Antonio Meade, el precandidato presidencial del PRI, quien habiendo sido secretario de Hacienda y de Desarrollo Social, sabe que debemos crecer más, redistribuir mejor, pero con finanzas ordenadas. Seguro lo veremos responder con una propuesta propia de estímulo al consumo interno que, se espera, tendría cuidado en finanzas sanas.
Este artículo fue publicado en El Excélsior el 13 de diciembre de 2017, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
