jueves 28 marzo 2024

AMLO quiere que el gobierno defina qué es discriminación y racismo

por Marco Levario Turcott

Uno de los avances clave de la democracia mexicana es (aunque con el actual presidente está dejando de ser) la creación de organismos autónomos que son contrapeso del gobierno y, simultáneamente, espacios de participación social en favor de los derechos humanos. Uno de esos espacios fue creado a principios de este siglo, durante la presidencia de Vicente Fox Quesada: el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred).

El Conapred no sólo es un logro de la izquierda mexicana, su primer presidente es uno de los hombres más respetables de esa corriente de pensamiento en la historia de nuestro país, Gilberto Rincón Gallardo (quien siempre tuvo la simpatía de los editores de etcétera). Es uno de los avances más importantes de la sociedad en la lucha por los derechos de las minorías y contra el racismo y la discriminación, como lo muestran veinte años de trayectoria que han sido para visibilizar esos flagelos de la sociedad contemporánea y crear una cultura en favor de la convivencia civilizada entre hombres y mujeres. Ese esfuerzo no ha sido fácil, pues en la sociedad aún permea la discriminación por razones de género, sexo o apariencia.

No obstante los aportes del Conapred, el lunes pasado Andrés Manuel López Obrador dijo ignorar qué era ese Consejo y aunque mintió, pues uno año antes estuvo una de sus titulares en la rueda de prensa matutina, lo central es su menosprecio a la relevancia de este órgano autónomo. Su desconocimiento sobre cómo operan esos organismos en las democracias contemporáneas es una muestra no sólo de su ignorancia sino de su afán por concentrar el poder cuando plantea la desaparición del Conapred y propone que el gobierno sea el que realice esa tarea, a través de la secretaría de Gobernación.

Esperemos que no avance esa nueva embestida del gobierno contra organismos autónomos porque no sólo significa un golpe fuerte a la procuración de los derechos humanos sino que ya no habría un contrapeso frente a las mismas instituciones del Estado donde se incurre en racismo y discriminación.

 

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