jueves 28 marzo 2024

AMLO abre “universidades” en un autolavado, una casa…

por Rubén Cortés

Es preciso insistir en que el populismo es un embuste porque garantiza soluciones sencillas a dilemas difíciles. Por eso AMLO y Donald Trump se parecen tanto en el discurso:


—“Vamos a mandar al infierno al Estado Islámico”, promete Trump.


—“¡Que se vayan al diablo con sus instituciones!”, clama AMLO.


—“Definitivamente no participaré en el debate de Fox News. Prefiero ir a un evento de recaudación”, informó Trump hace dos semanas, antes del panel republicano en Des Moines, Iowa.


—“No participaré en el debate porque hay una campaña organizada en medios para decir que perdí”, argumentó AMLO su ausencia en el primer debate presidencial de 2006, cuando iba muy adelante en las encuestas.


Sí: es preciso insistir en que el populismo garantiza soluciones sencillas a dilemas difíciles, al saber que AMLO abrirá en un taller donde lavan y reparan coches una de las “universidades” que prometió en las pasadas elecciones intermedias.


Con eso es que AMLO asegura tener la respuesta a los jóvenes que no alcanzan educación superior: con escuelas que carecen de permisos oficiales, sin planes de estudios e instaladas en recintos improvisados, donde no son impartidos los conocimientos suficientes.


Sin embargo, para “construir” ese tipo de “universidades”, Morena juntó en sólo tres meses 126 millones 416 mil 389 pesos, con la promesa de que sean una alternativa educativa a jóvenes de la Ciudad de México, en lo que no es más que simulación y un ejemplo del populismo del más bajo nivel.


Por ejemplo, ayer fueron inaugurados dos de los cinco planteles universitarios prometidos por AMLO, aunque “inaugurados” es un decir en el caso de la escuela de Derecho, en el Centro Histórico: una casa polvosa, repleta de botes de pintura y costales de cemento.


Y sólo asistieron 40 de los 60 esperados: es decir, el 33 por ciento de ausencias sólo en el primer día de clases, aunque de todos modos ni siquiera están distribuidos los salones. La otra que abrió, la de Medicina, en Tlalpan, arrancó en medio de labores de albañiles.


Además, mucho del material de estudio destinado a esos planteles se encuentra arrumbado hace tiempo en una bodega: son 96 computadoras, 16 laptops, 128 reguladores, ocho multicontactos y 24 proyectores.


Como sea, esas universidades son un timo a la solución esperada por jóvenes que, al acabar sus estudios (si es que acaban y si es que estudian) difícilmente encontrarán empleos de calidad porque carecerán de título.


AMLO es injusto con ellos porque los engaña. En ese caso, entra como cuchillo en mantequilla una frase de Mencken recuperada por Moisés Naím:


“El demagogo es quien predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas”.



Este artículo fue publicado en La Razón el 16 de Febrero de 2016, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página

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