jueves 25 abril 2024

Amieva: el desafío de los días largos

por Julián Andrade

José Ramón Amieva es de esos políticos que privilegian la construcción y el acuerdo. Su designación como Jefe de Gobierno con el respaldo de todos los partidos da cuenta de hasta dónde alcanzan las redes que ha tejido a lo largo de los últimos años.

Esto es bueno para la Ciudad de México porque permitirá un puente de comunicación durante las semanas, siempre delicadas, que restan para que se emita el voto el próximo 1 de julio.

Esto es indispensable para generar las condiciones de certeza que requiere el proceso y para apuntalar la gobernabilidad democrática.

El entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, no se equivocó al perfilarlo como su sucesor en el cargo y es seguro que esto significará un buen cierre de administración y la continuidad de los proyectos, en particular los de carácter social.

Amieva entendió que el juego de la sucesión tenía que ver con el trabajo y el compromiso diario, e inclusive pospuso sus propias aspiraciones para respaldar a quien ha sido su jefe en los últimos años.

Como exconsejero jurídico, Amieva tiene un panorama claro de uno de los significados más profundos de la administración que está por terminar: Lo que en el pasado eran dádivas o voluntad del mandatario, se convirtieron en derechos.

Por eso programas como el apoyo a los adultos mayores, recursos para la primera infancia y Médico en Tu Casa tienen rango de ley, por lo que ya nadie podrá regatearlos y los ciudadanos están en la posibilidad de exigirlos.

Como secretario de Desarrollo se preocupó porque los beneficios llegaran a quienes los requerían y explicando el significado de habitar en una capital social.

Amieva, además, conoce el alcance de la Constitución de la Ciudad de México y el proyecto mismo que se desprende de sus páginas, que contienen un mapa de ruta para avanzar en la cristalización de una sociedad de derechos, dentro de un contexto de amplias libertades que ya no pueden ser debilitadas o mucho menos canceladas.

Las responsabilidades del Jefe de Gobierno son inmensas en estos momentos, ya que tiene que avanzar en un contexto incierto y en el que abundan los problemas.

Amieva tendrá que echar mano de toda su experiencia en temas como los de la seguridad, donde hay que batallar con la irrupción delictiva, pero también con percepciones que no siempre tienen correlación con la realidad.

La política y las elecciones contienen ya todo un costal de riesgos que tendrán que irse desmontando con paciencia y legitimidad.

La clave radicará en mirar más allá de lo inmediato, no confiando en respuestas provisionales y resistiendo para lograr resultados duraderos.

Vienen días largos en meses cortos para Amieva, porque ésa es la sustancia en los momentos de cambio y sin duda marcarán mucho de lo que ocurrirá en los próximos años.


Este artículo fue publicado en La Razón el 20 de abril de 2018, agradecemos a Julián Andrade su autorización para publicarlo en nuestra página.

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