viernes 19 abril 2024

Aeropuerto sin personalidad

por José Yuste

El aeropuerto capitalino está saturado. Ya lo sabemos. Y debemos esperar unos cinco años para tener el nuevo aeropuerto en Texcoco.

Mientras tanto, lo que debemos saber es qué tipo de terminal queremos tener: un hub que sirva de base para otros vuelos, nacionales e internacionales, o una terminal de destino final y ya. Esta pregunta es clave para entender las preocupaciones de la Comisión Federal de Competencia Económica y de las mismas aerolíneas.

¿PARA CONEXIONES
O COMO DESTINO FINAL?

Por ejemplo, a Aeroméxico, ya con su alianza con Delta, desde luego le interesa alimentar rutas, es decir, que el aeropuerto capitalino funcione de trampolín para rutas regionales, nacionales e internacionales.

Y de ahí necesita un modelo de negocios de muchos vuelos, donde la escala del negocio sí cuenta para tomar conexiones y horarios que sirvan para las conexiones. Vaya, ahí Aeroméxico e Interjet podrían querer un hub en el aeropuerto para retroalimentar sus rutas y conexiones. En cambio, Volaris y VivaAerobus sólo lo requieren como destino final, de punta a punta.

COFECE: LOS SLOTS SON INSUMO ESENCIAL

Y entonces viene la pregunta: como política pública, ¿qué tipo de aeropuerto queremos para que funcione mejor la actividad económica y los pasajeros tengan más opciones?

Y aquí es donde entra la Comisión Federal de Competencia Económica. La Cofece ya había dado recomendaciones para estimular la competencia en el sector aeronáutico. Su principal preocupación son los slots, los horarios de despegue y aterrizaje. De hecho, la Cofece considera que los slots son un insumo esencial y, por lo tanto, que tienen jurisdicción y responsabilidad para que el sector aéreo funcione mejor.

La Cofece acaba de promover una controversia constitucional en contra de la SCT y la Dirección General de Aeronáutica Civil, pues considera que sus recomendaciones no fueron tomadas en cuenta y, desde luego, que como autoridad sí puede intervenir regulando los slots.

Aquí las aerolíneas quieren que la Cofece vea otros ejemplos internacionales. Por ejemplo, Aeroméxico no está de acuerdo con que la Cofece busque imponer un límite de slots a 35% (hoy en día Aeroméxico debe tener como 44% de los slots), pues la aerolínea considera que su modelo de negocio es de alimentación de rutas, de conexiones, máxime con Delta.

Así las cosas, el sector aeronáutico entra en un debate importante, que esperemos sirva para definir las políticas del sector, pero, sobre todo, para mejorar el servicio y los precios a los usuarios.

MODELO VA POR HIDALGO

Modelo, ya bajo Anheuser-Busch, ha estado invirtiendo en México. En los últimos cinco años, su inversión ha sido de tres mil millones de dólares, mostrando que la matriz estadunidense sí quiere tener una relación de largo plazo con los proveedores y el mercado del país, y, claro, con reglas claras para poder exportar.

De hecho, el próximo lunes Modelo estará anunciando su nueva planta. Ahí se espera una inversión de 14 mil millones de pesos, con una capacidad de 12 millones de hectolitros anuales. Ahora, la planta será en Hidalgo, en el municipio de Apan.

La fabricante de Corona nos señala que quiere un compromiso de largo plazo con México. Por eso no sólo ha mantenido, sino expandido, las plantas en nuestro país, con más de tres inauguraciones, así como utilizado el insumo de cebada totalmente nacional.

SALINAS Y EL TLCAN

Carlos Salinas de Gortari fue el impulsor del TLCAN. No hay duda. Fue quien vio una relación comercial y de inversión distinta, para tener acceso al mercado más grande del mundo.

El TLCAN se negoció y firmó durante su administración. Ahora presentó su libro Aliados y Adversarios TLCAN, 1988-2017. Salinas mencionó que ahora se tienen reglas y no dependemos de caprichos, y que es una lástima que la administración de Donald Trump no lo vea así.

Y aprovechó para criticar a López Obrador: “…hasta el innombrable lo defiende”. Se podrá criticar a Salinas por su autoritarismo, pero de que cambió el modelo económico, de cerrado a abierto, de posesión estatal a dirección estatal, eso es cierto.


Este artículo fue publicado en El Excélsior el 24 de noviembre de 2017, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.

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