jueves 18 abril 2024

Aeropuerto, consulta popular o decisión técnica… ¿o ambas?

por José Yuste

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México debe hacerse donde mejor convenga por cuestiones técnicas del espacio aéreo, donde exista terreno suficiente cerca de la Ciudad de México, que tenga cuidado ambiental, y desde luego sea un desarrollo a largo plazo, a 50 años.

Del aeropuerto capitalino dependerá no sólo el buen funcionamiento de un transporte que crece exponencialmente con el crecimiento económico, sino (lo obvio) la vida de las personas que se suban a un avión.

AMLO, CONSULTA Y SALIDA DE CAMPAÑA

El virtual presidente electo, López Obrador, comentó que del el 15 de agosto al 15 de octubre, le pedirá a los medios de comunicación su ayuda para el debate de dónde sería mejor situar al aeropuerto capitalino.

Recordemos que López Obrador viene de una campaña presidencial en la que el aeropuerto fue un tema fuerte de debate, e incluso de alejamiento con el empresariado. El actual gobierno, contrincantes políticos y empresarios estaban a favor del aeropuerto donde se está construyendo, en Texcoco.

López Obrador tenía sus dudas, y ponía como alternativa el aeropuerto militar de Santa Lucía para construir dos pitas ahí y, además, mantener abierto el actual aeropuerto saturado de la Ciudad de México. López Obrador no se puede desdecir de lo señalado en campaña, así en automático. Y pide una consulta popular para decidir dónde construir el actual aeropuerto, y ver qué es lo más conveniente.

EL ACERCAMIENTO ENTRE
SCTS FUE TÉCNICO

Por lo que ha hecho su equipo, el de Jiménez Espriú, quien sería el secretario de Comunicaciones y Transportes, la decisión sí sería más técnica. Jiménez Espriú se juntó con el equipo de la SCT actual, el de Gerardo Ruiz Esparza.

La reunión fue técnica, viendo viabilidades técnicas y financieras, donde también asistieron Carlos Urzúa, quien será el secretario de Hacienda, y Poncho Romo, quien será el Jefe de la Oficina de la Presidencia.

Esperemos que estos trabajos de viabilidad técnica y financiera, que darán como resultado la rentabilidad económica y social del aeropuerto, sean los que ponderen en la decisión final.

SANTA LUCÍA SIGUE TENIENDO
PROBLEMA CON ESPACIO AÉREO

López Obrador planteó tres alternativas:

1. Que se quede como está el actual aeropuerto, saturado, pero se le complemente con la creación de pistas en el Aeropuerto militar de Santa Lucía. Sin embargo, ésta opción está descartada por una razón contundente: los aviones chocarían, pues el actual aeropuerto y el de Santa Lucía ocupan el mismo cono aéreo para despegues y aterrizajes.

2. Mantener las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde está, en Texcoco, y donde por todos los estudios, de espacio aéreo y terreno, es el mejor lugar para hacerlo.

CONCESIONARLO, AUNQUE EL FINANCIAMIENTO ES VIABLE

3. Que el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México sea concesionado. Aquí se buscaría que el sector privado pueda financiar la obra y la operación.

Sin embargo, por lo creciente del transporte aéreo, donde su crecimiento se llega hasta a multiplicar, el financiamiento puede salir del cobro del TUA, de la Tarifa por Uso Aeroportuario. Aquí el gobierno tiene recursos, e incluso le pueden sobrar.

Si el aeropuerto se llegara a concesionar, las aerolíneas, como Aeroméxico, Interjet, Volaris y VivaAerobus, estarían pidiendo parte de las concesiones. Esta es la postura de la Canaero, a cargo de Sergio Allard.

López Obrador ya anunció la consulta popular en un tema que fue de campaña presidencial, y fue un tema muuuy debatido. Por el primer encuentro entre los equipos de la SCT, todo hace indicar que la decisión podrá ser técnica, con viabilidad financiera y económica, y con rentabilidad social. Dejar una decisión muy técnica a la consulta popular puede ser arriesgado.

Pero se entiende que después de una campaña presidencial, donde el tema del aeropuerto fue factor fuerte de debate, el gobierno entrante quiera legitimar su decisión… que por todos los estudios realizados por años (décadas) la mejor opción es Texcoco. Y más bien sería cuestión de revisar los contratos, el avance de la obra y el financiamiento.


Este artículo fue publicado en El Excélsior el 24 de julio  de 2018, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.

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