viernes 29 marzo 2024

A sangre fria: el multihomicidio

por Marco Levario Turcott
Etcétera

El multihomicidio desgarró no sólo a la ciudad sino al país entero. La prensa reprodujo todas las hipotesis imaginables pues no son claras las motivaciones de los asesinos; aunque todo apunta a que el móvil fue el robo, la sociedad se divide porque amplios sectores no coinciden con ello y exigen datos palmarios que lo respalden. No obstante la naturaleza del crimen –la infamia de sus perpetradores y el respeto que merecen las víctimas– los medios lucran con el homicidio y propalan noticias distorsionadas o falsas además de fotografías conmovedoras que, no obstante, en nada ayudan a comprender el hecho.

La sociedad está dividida para emitir su veredicto, insisto, pero mientras eso pasa el escritor inicia su investigación que duraría casi siete años. Truman Capote ganó la confianza de los pobladores de Kansas para intentar comprender el asesinato de cuatro integrantes de una familia honesta de agricultores. Elaboró cientos de notas (las redactó de memoria pues no usó grabadora), hizo conjeturas de todo tipo pero las guardó para sí al momento de escribir a Sangre Fría, una de las grandes novelas periodísticas de todos lo tiempos, según creo (y no obstante que los devaneos amorosos del escritor con uno de los asesinos lo llevó a trazar cosas lindas, y falsas, sobre él).

Hasta ahora no se sabe si el multihomicidio en la Narvarte sea motivo para la investigación de un escritor-periodista aunque, sin duda, sí hay una atmósfera fantástica de elocubraciones y misterios, además de una variante que va mucho más allá del vulgar activismo de ocasión, tanto el oficial como el militante: la variante de la doble moral mexicana. A sangre fría, fue aqui también en nuestros terruños y con una brutalidad que atemoriza y simultáneamente indigna, porque de algún modo nos muestra lo que somos.

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