Una diputada de Morena dijo ayer que “a mí me gustaría que no existieran los gays, la verdad, pero qué le voy a hacer, eso no se puede”. La declaración se tornó en escándalo, pero lo cierto es que no debió causarlo: es sabido que AMLO es ultraconservador en lo moral, lo político y lo económico.
Incluso, la Iglesia acepta que “Obrador es muy conservador, aplaudimos que defienda los valores sobre los que se debe basar una sociedad sana y correcta. Cuando fue Jefe de Gobierno, la Iglesia mantuvo una magnífica relación con él”.
Así que la declaración de la diputada de Tabasco, Candelaria Pérez Jiménez, va a tono con las creencias del dueño de su partido acerca no sólo de los gays, sino en general de los movimientos por el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo y de otras formas de arreglos domésticos en su favor.
De hecho, Pérez Jiménez es la coordinadora de Morena en el Congreso de Tabasco. Y desde esa posición añadió que “los gays no deberían existir y estoy en desacuerdo con la ley que quieren aprobar aquí para permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo”.
Pues, lo mismo con lo que estuvo en desacuerdo AMLO cuando fue Jefe del GDF (2000-2005), cuando frenó en la Asamblea Legislativa la iniciativa de Ley de Sociedades de Convivencia, impulsada por organizaciones lésbicas, gay, transexuales y de derechos sexuales.
También detuvo la iniciativa de reformas para despenalizar el aborto, a pesar de que durante su gobierno se registraron en el DF 55 mil 656 hospitalizaciones por abortos inseguros y 202 fallecimientos de mujeres que se practicaron legrados clandestinos.
AMLO siempre ha estado en contra de los derechos de las minorías. Vamos, si acaba de afirmar que temas como el aborto legal y la unión entre personas del mismo sexo no son algo “tan importante· para la agenda de Morena, con todo respeto y autenticidad”.
Los temas de derechos humanos y de libertades civiles no son importantes en la agenda de AMLO (lo cual lo aleja del pensamiento y la acción de izquierda que asegura defender), aun cuando es apoyado por intelectuales, artistas, académicos y juristas que se autodefinen “de izquierda”.
Así ocurrió cuando detuvo la Ley de Sociedades de Convivencia (que después se aprobó durante el gobierno de Marcelo Ebrard 2006-12), aun cuando surgió en un gobierno de “izquierda” y con la Asamblea dominada ampliamente por la izquierda.
Así que la diputada de Tabasco, Candelaria Pérez Jiménez, sólo repite los preceptos morales para la sociedad de su líder y paisano: “Como familia, yo no puedo aprobar la ley de matrimonios entre personas del mismo sexo”.
Porque eso es Morena: un partido ultraconservador.
Este artículo fue publicado en La Razón el 19 de Febrero de 2016, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página
