jueves 28 marzo 2024

2019 no será un buen año para México

por Marco Levario Turcott

Seamos francos, 2019 no será un buen año; más aún, será un año donde predomine el desencanto y la división social, la falta de brújula del gobierno federal y la expansión de la impotencia y la angustia al constatar que siempre hay algo peor que lo peor.

No hay espacio para la esperanza, el gobierno está copado por un puñado de hombres y mujeres que no reconocen la pluralidad, y están soportados en amplias franjas sociales que creen en ellos y así renunciaron a la aventura de pensar. El monstruo de Venezuela está con nosotros.

Los ciudadanos ya no veremos la política como una opción de interés sino como parte de nuestras vidas y, sin duda junto con algunos alicientes artísticos, deportivos y en géneros culturales, tendremos que convivir día con día con la política. Nos guste o no. Desde mañana mismo con el aumento de la gasolina o más tarde las elecciones en Puebla, veremos el continuo bombardeo contra las instituciones autónomas y contra los críticos del gobierno actual. Seguirán los aplausos y el frenesí en favor del Presidente y buena parte de los medios seguirán aplaudiendo como focas mirando para sus propias arcas aunque no tardará en llegarles a ellos mismos el agua a los aparejos y tendrán otros cálculos.

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

2019 será el año del desengaño y la tristeza sociales, y nuestro país el gran espejo de nuestra propia, pequeña estatura democrática. Aunque entre todo esto, la propia condición humana nos remitirá al chiste o la ironía e incluso al festejo al mirar las miserias que arroja el fanatismo. El circo continuará, siempre, y para muchos será tanque de oxígeno para evitar la obsesión sobre lo que pasa en el país o para evadir eso que pasa y hacer como si no pasará nada aunque sí pase.

2019 será el año de mayor exigencia que hayamos tenido los ciudadanos en la historia de la democracia en el país, el tiempo en el que podemos construir contrapesos o rendirnos ante la fatalidad del autoritarismo, el Presidente todo poderoso y la tutela de un solo partido.

No les deseo un gran 2019 en todos aquellos menesteres porque no lo tendremos, deseo que juntos vayamos a contracorriente y  formemos equilibrios, es decir, les deseo un mayor esfuerzo que vaya más allá del post o el like.

Desde luego en otras vertientes, expreso mi deseo y el de mi familia, porque haya salud y denuedo para enfrentar cuando ésta falte. Deseo también que impere la creatividad y la vitalidad frente a las situaciones adversas que son parte de la vida. Todo eso implica una gran incertidumbre.

Pero hay algo que va más allá de los malos presagios o los buenos deseos, y es una certidumbre, la seguridad que les quiero dar a todos y cada uno de ustedes que me están leyendo: pase lo que pase, cuenten conmigo. Somos compañeros de una misma aventura, apasionante, diversa, creativa y a veces irreverente, altiva, soberbia, impulsada también por ritos como éste, iconoclasta, festiva, triste e impotente, una misma ruta a la que llamamos vida. Los abrazo.

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