Prácticamente a unas horas de recibir la visita del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo gala de su política dedicada a evitar la entrada de inmigrantes a su país e incluso los criminalizó. Mientras tanto, el mexicano reconoció la actitud de respeto del vecino del norte.
Por la mañana, en su cuenta de Twitter, Trump recriminó a un par de importantes ciudades sus políticas de respecto a los inmigrantes. Tuiteó lo siguiente: “Nueva York y Chicago juegan la carta de ciudad santuario, donde los criminales están protegidos. Quizás tengan que comenzar a cambiar sus formas (¡y pensar!)”.
En ese par de ciudades, que han mantenido una política benigna hacia los migrantes, por lo que han sido castigadas presupuestalmente por el gobierno de Trump, hay una gran cantidad de migrantes mexicanos (quienes mandan las remesas que celebró hace unos días López Obrador) con los que, hasta ahora, el presidente mexicano no ha agendado reunirse.
Además, unas horas después, Trump colocó en Twitter cuatro fotografías en las que se le ve recorrer el muro colocado en la frontera con México, dedicado a evitar el paso de migrantes desde territorio mexicano.
Por su parte, en su conferencia de prensa López Obrador presumió que ahora a México no se le da el trato de antes, que se respeta su soberanía y que hay una “actitud de respeto” por parte del vecino del norte.
López Obrador dijo: “No es el mismo trato de antes, y esto se puede probar en declaraciones, en mensajes que se vierten sobre México desde el extranjero y es una situación completamente distinta. (…) No se ha violado, en el tiempo que soy presidente, nuestra soberanía; no ha habido ningún acuerdo que vulnere nuestra soberanía, ni abierto ni encubierto, y esto tiene que ver con nuestra actitud, pero también con la actitud de respeto de Estados Unidos”.
Dijo que procura que el gobierno norteamericano respete a los migrantes mexicanos: “Derivado de las buenas relaciones que tenemos con el gobierno de Estados Unidos, se está siempre procurando que haya un trato respetuoso con nuestro pueblo, y en particular que se trate con respeto a nuestros paisanos migrantes. Siempre lo hemos hecho, lo seguiremos haciendo. Y en la visita esa es una parte importante: el que se dé un trato respetuoso a nuestros migrantes, a nuestros compatriotas que por necesidad se han tenido que ir a trabajar, a vivir a buscarse la vida a Estados Unidos. Si tenemos buena relación con el gobierno de Estados Unidos, vamos a evitar que haya malos tratos y esto poco a poco lo hemos ido logrando”.
Poco después el mandatario estadounidense hizo alarde del muro fronterizo y criminalizó a los inmigrantes que habitan en ciudades santuario.
Según el presidente mexicano, el tema de su visita a Trump es el comienzo de la nueva etapa en las relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos y Canadá: “Consideramos que es un hecho muy importante, sobre todo muy oportuno porque se asegura una integración económica con respeto a nuestras soberanías, que nos permite fortalecernos como región productiva, económica y comercial en el mundo. Este acuerdo es benéfico para las tres naciones”.
Sin embargo, se confirmó que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no asistirá a la reunión de Trump y López Obrador. Sin embargo, posteriormente el mexicano anunció que había dialogado con Trudeau, quien se comprometió a visitar México “en cuanto sea posible”.
Asimismo, López Obrador, que en México se ha mostrado reacio a atender las medidas sanitarias para prevenir la Covid-19, anunció que se realizaría la prueba de detección del coronavirus y tendría el resultado este martes, cuando iniciará su traslado en vuelos comerciales.
