Miguel Ángel Martínez, ahora ex director de Defensa Jurídica de la Presidencia de la República, fue cesado por autorizar la difusión entre empleados del “Código de Vestimenta y Convivencia en la oficina” que entre otras cosas, impedía opinar sobre el presidente en redes sociales y tener piercings y tatuajes visibles.
Luego de que el gobierno federal negó la existencia de dicho documento, revelado el 28 de noviembre por el diario Reforma, el medio informó que, según fuentes de Presidencia, Martínez y “otras personas de bajo perfil” fueron despedidos por la elaboración y difusión del conjunto de reglas.
Según Reforma, el propio Martínez impulsó la difusión del Código por medio de chats de WhatsApp. Fueron trabajadores gubernamentales quienes informaron al medio de prohibiciones tales como mostrar tatuajes o piercings y la obligatoriedad de portar traje y corbata, en el caso de los hombres y traje sastre para las mujeres.
Según una fuente del diario “corrieron al director General por la noticia y a otras personas de bajo perfil como su secretaria por el escándalo, agarraron parejo”.
El documento tiene seis páginas, está avalado por la Consejería Jurídica de Presidencia y por la Dirección General de Defensa Jurídica, aunque según la última información, fue este último departamento, a cargo de Miguel Ángel Martínez, el responsable.
Luego de que se dio a conocer el documento, el vocero de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, negó que Presidencia lo hubiese elaborado, al tiempo que señaló que se realizaría una investigación interna, cuyos resultados no se dieron a conocer de manera pública.
A su vez, la Consejería dijo, por medio de una tarjeta informativa, que “es falso que la Consejería Jurídica haya emitido o autorizado la expedición de un ‘Código de vestimenta y convivencia en la oficina’. Actualmente se investiga la existencia del presunto documento, con el fin de deslindar responsabilidades”.
De acuerdo con la información revelada este miércoles, se atribuyó al ahora destituido director de Defensa Jurídica la plena responsabilidad, aunque sin darlo a conocer a la prensa.
Para el gobierno federal el asunto del Código se convirtió en blanco de críticas debido a que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, prohibir mostrar tatuajes o piercings en el espacio laboral es un acto de discriminación.
También lo es negar a las personas oportunidades por causa de su arreglo personal o manera de vestir.
Asimismo, usar tatuajes es parte de los derechos a la libre expresión y al libre desarrollo de la personalidad.
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