Tras reiterar el principal objetivo de su gobierno es acabar con la corrupción, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en que a partir de su administración se escribirá una nueva era de la historia del país.
De gira en Tamazula, Durango, el mandatario señaló que una de sus primeras decisiones fue ya no despachar en Los Pinos sino en Palacio Nacional, aunque con la precaución de “hacerle una limpia” a la silla presidencial antes de usarla. Recordó que Los Pinos es ahora un espacio al pueblo.
“Junto a mi escritorio y a esa emblemática silla presidencial que decía Zapata que estaba embrujada, que yo le tuve que mandar a hacer una limpia, de manera precavida, pero junto al escritorio, en mi oficina Palacio Nacional, mi único retrato que tengo es el del primer presidente de México, un paisano de ustedes, Guadalupe Victoria”, refirió.
A decir del Ejecutivo Federal, con la sencilla fórmula de acabar con la corrupción, se van a obtener los fondos para los programas de bienestar que permitirán “serenar al país” y devolverle la paz. Aseguró que con apenas dos meses de gestión, ya se pueden palpar los primeros resultados como fue el combate al robo de combustibles y calculó que con ello se han ahorrado 50 mil millones de pesos.
López Obrador que uno de los ejes rectores de su estrategia contra la violencia es atender a los jóvenes y recapituló uno a uno los programas destinados a este sector social como son las becas, capacitación para el trabajo, entre otros. Señaló que este año se contemplan por lo pronto 40 mil millones para este objetivo, pero no habrá límites porque en su gobierno nunca más se le dará la espalda a los jóvenes.
“Es muy irresponsable, muy inhumano abandonar a los jóvenes y luego ya cuando el joven toma el camino de la conducta o de las conductas antisociales ya se le manda a reprimir, se les masacra. No, eso ya no va a ser la política que nosotros vamos a aplicar. Para los jóvenes no hay límite, hasta que se canse el ganso y nunca se va a cansar el ganso”, sentenció.
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