El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, informó que fueron 11 las llamadas de la torre de control con el helicóptero donde murió la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, según se desprende de las grabaciones previas al desplome del aparato.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el funcionario insistió en atribuir a un error la reserva de cinco años que la Dirección General de Aeronáutica Civil había resuelto aplicar sobre estos materiales; según su versión en dicha área se tenía la costumbre de mantener bajo confidencialidad las grabaciones de los percances aéreos, pero en este caso concreto, se atenderá la instrucción presidencial de la transparencia plena.
Tras esta aclaración, Jiménez Espriú se retiró de la conferencia por motivos de agenda y fue el subsecretario Carlos Moguel, quien explicó el contenido de las grabaciones y los avances que hasta el momento se tienen de las investigaciones sobre la caída del helicóptero.
Al respecto, el subsecretario presentó una transcripción de las grabaciones y aclaró que hay aspectos técnicos que deberán permanecer en la reserva hasta que concluyan las indagatorias del percance, ya que así lo estipula una normatividad que se aplica a nivel internacional en los casos de accidentes aéreos.
Señaló que de acuerdo con la información de la caja negra que puede hacerse pública, la torre de control pidió al piloto en varias ocasiones dar su ubicación y avance, y aunque es un principio se estableció el contacto, éste se perdió posteriormente y ya no pudo reanudarse debido a la caída del vehículo.
Según el funcionario, con los elementos que se cuenta hasta el momento, no hay indicios que permitan presumir un atentado o algún tipo de evento violento; sin embargo esto se podrá confirmar hasta la conclusión de las pesquisas, las cuales podrían durar hasta dos años, pero todo dependerá de los avances que se vayan teniendo. Todas las partes de la aeronave encontradas en la zona del siniestro se encuentran actualmente bajo un estricto análisis científico, pero adelantó que no hay rastros de desintegración o de algún explosivo.
Reveló que el día de los hechos, el helicóptero salió del Aeropuerto de Puebla con destino a una residencia privada del empresario José Chedraui, pero precisó que las investigaciones sobre ese domicilio, están a cargo de autoridades ministeriales.
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