jueves 28 marzo 2024

Sandoval y Ackerman criminalizan periodistas; ejercemos derechos: Latinus

por etcétera

Para responder el reportaje sobre las propiedades del matrimonio integrado por Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y el locutor John Ackerman, estos intentaron desmentir la información y enderezaron ataques contra Carlos Loret de Mola, a quien han amenazado con demandar y han llamado “sicario mediático”. El relator para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reprobó esas expresiones.

El reportaje fue transmitido el pasado jueves y se puede encontrar en YouTube como “Loret Capítulo 3”. Allí se muestra que en 2007 la pareja recibió como regalo un predio del gobierno capitalino, además de que entre 2004 y 2013 se hizo de cinco viviendas que pagó de contado cuando, como académicos de la UNAM, solo habrían percibido, cuando mucho, 28 mil pesos mensuales cada uno. El valor real de esas propiedades es, según especialistas consultados para el reportaje, muy superior al declarado por el matrimonio.

Un día después, la titular de la SFP respondió en su cuenta de Twitter con lenguaje amenazante: “No permitiré que los sicarios mediáticos manchen mi nombre ni el de mi familia. Esta lucha va en serio y hasta el final”. Y puso un vínculo a una tarjeta informática de la dependencia que ella misma encabeza, firmada por el director general de Comunicación Social de la SFP, Raymundo Alva Huitrón, en la que este niega los señalamientos contra su jefa.

Alva Huitrón concluyó así su mensaje sobre la titular de la dependencia donde trabaja: “La SFP reprueba la utilización facciosa de información pública con el fin de intentar dañar la reputación de alguien como la Dra. Sandoval Ballesteros, que siempre ha demostrado ser totalmente recta y honesta en su actuar público y privado”.

El sábado, después de varios mensajes de apoyo de funcionarios federales, la secretaria agradeció esa solidaridad y colocó un vínculo con el siguiente dicho: “compartimos algunos puntos sobre las abominables mentiras con las que buscan manchar nuestras vidas públicas y poner en riesgo nuestras vidas privadas”.

En Facebook Ackerman publicó sus comentarios sobre la pieza periodística, que atribuyó al “Señor Loret de Mola” (a quien llama de diversas formas en su texto: “mitómano profesional”, “Loretito”, “#LordMontajes”) y a la que denomina “irresponsable y criminal reportaje” (aunque, como se anuncia en el video con toda claridad, es un trabajo de Mario Gutiérrez Vega).

En su respuesta, el conductor de televisión afirma que su pareja y él no están obligados “a explicarle nada a nadie con respecto al patrimonio privado que alcanzamos a construir con gran esfuerzo, y con las generosas aportaciones de nuestros familiares, antes de que Irma Eréndira ocupara cargo público alguno”.

Y aclara algunos puntos: que la declaración patrimonial de Sandoval es transparente, pero los datos son presentados de forma engañosa y hace “interpretaciones fantasiosas”; el reportero accedió de manera ilegal a la versión privada de la declaración patrimonial y se publicaron datos sensibles e información confidencial, por lo que presentará demandas por esa filtración y divulgación. Pero hace responsable “al Señor Loret de Mola por cualquier agresión o extorsión que pudiera sufrir mi familia a raíz de su irresponsable y criminal reportaje”.

Además, Ackerman afirma que es falso y exagerado el monto atribuido a sus propiedades en el reportaje y niega que se encuentren en zonas exclusivas (en el reportaje se dice que son “de alta plusvalía”).

El colaborador de Proceso también niega que es falso que el predio de la colonia Santo Domingo haya sido un regalo sino una escrituración a nombre de su esposa y que se pagaron todas las contribuciones.

Finalmente, señala que los recursos para adquirir sus propiedades provinieron de sus ahorros, de un premio que Sandoval obtuvo de la Fundación Manuel Espinoza Yglesias y de donaciones familiares.

Invitó  a Loret de Mola a “que haga público todos y cada uno de sus bienes, contratos y complicidades, tanto dentro como fuera de México, y que transparente todos los financiamientos que recibe el supuesto ‘medio’ @Latinus cuya única función es montar un aparato de destrucción en contra de Andrés Manuel López Obrador y la #CuartaTransformación”.

El lenguaje criminalizador del periodismo fue usado no sólo por la pareja: además de “los sicarios mediáticos” de Sandoval, que hoy repitió Ackerman (Antonio Helguera, caricaturista de La Jornada y Proceso,  habló de “sicario periodístico”), en otro tuit también lo expresó María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt, quien escribió: “Carentes de argumentos legítimos, algunos incurren en infamias y delinquen violentando”.

Sobre el tuit de Sandoval, Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, le aclaró a la funcionaria mexicana que se trataba de una estigmatización: “Los funcionarios públicos que ejercen gobierno están sometidos a un escrutinio mayor que el ciudadano común. Al rendir cuentas tienen un deber de cuidado. Hablar de ‘sicarios mediáticos’ en #Mexico es estigmatizar con términos para nada felices”.

Por su parte, Latinus dio contrarréplica a lo que llamó “una embestida contra este medio y contra el periodista Carlos Loret de Mola, lo que constituye un abierto intento de intimidación”.

Sobre los mensajes de solidaridad que varios funcionarios hicieron a Sandoval y Ackerman, el comunicado de Latinus dice que ninguno de ellos desmintió el reportaje y ni siquiera mencionaron revisar el hecho señalado, y no sólo eso, sino que “se sumaron a un discurso ominoso, alejado de las más elementales prácticas democráticas”.

Sobre los amagos de demandas, Latinus afirma que “tiene claros sus derechos y sus responsabilidades en un régimen democrático que reconocemos en México. Los seguirá ejerciendo a pesar de los intentos de intimidación y las categorizaciones propias de sistemas autoritarios que consideran una amenaza al periodismo y la crítica”.

También hace aclaraciones sobre el reportaje, como que sus fuentes (las oficinas del Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México y de Morelos y las declaraciones patrimoniales de la funcionaria) son públicas.

Pero al respecto hace algunas puntualizaciones: que en la declaración que Sandoval presentó en diciembre de 2018 la titular de la SFP no estableció el costo del inmueble de la colonia Pedregal de Santo Domingo “porque lo recibió del Gobierno del Distrito Federal, sin pago”.

Asimismo, Latinus dice que en su declaración 2020, Sandoval “cerró la información de los bienes inmuebles que tiene en copropiedad con su esposo. Estas, hasta el año pasado, son cinco propiedades de las que la titular de la Función Pública ya no da detalle. Los documentos de cada uno de los casos fueron presentados en el reportaje”.

Sobre la tarjeta informativa de la SFP en defensa de su titular, en la que la dependencia afirma que el patrimonio de la pareja es producto de su trabajo y “de los ‘bienes y recursos que han recibido en herencia y donación de familiares’, la secretaria de la Función Pública no las reportó como tal, no hay en su declaración patrimonial transmisiones o donaciones de bienes en ninguna de las declaraciones patrimoniales que ha realizado desde que es funcionaria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En su declaración 2020 sólo hay una donación de mil 500 dólares recibidos del sector ‘universitario’”.

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