jueves 28 marzo 2024

Recomendamos: Zacatito pal conejo, por Gil Gamés

por etcétera

Gil nunca fue pacheco, cada vez que fumaba mariguana se hundía en un sueño profundo, un extraño apendejamiento dominaba su mente y su cuerpo, su alma y su espíritu. En cambio tenía amigos y amigas que juraban que un toque bien puesto era casi el paraíso. Gamés recuerda a esos amigos pidiendo un churro: zacatito pal conejo. Sacarraca. Vamos a quemarle las patas al diablo. Siempre en la clandestinidad y los bordes de la ley, en la sombra, no había en aquellos años fiesta en la cual no rolaran toques, toquecitos y toquezotes. El rumor hizo que Gilga se arrodillara ante la curiosidad: la mariguana te llevará al éxtasis. Así reincidió Gilga en el consumo de la hierba. De esa aventura se desprendieron un éxito y dos fracasos. En el primero hubo fuegos de artificio, en los segundos, más sueño profundo y desesperación.


Viene a cuento esta historia personal de la hierba porque si Gil ha entendido bien, se ha abierto una puerta para la despenalización de la mariguana en México. Un grupo de personas ha solicitado un amparo para crear clubes de autoproducción y autoconsumo de mariguana. El proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación puede ser el picaporte de esa puerta.


Aliviánese ministro, agarre la onda. ¿Cuántas veces habrá fumado mota el inverecundo ministro de la Suprema? Mínimo sus diez, quince veces.


Se ve fresón. Gamés no ve ni oye en una fiesta de juventud decir a alguien cosas como ésta: dicen que Arturo trae una golden de mucha monta (así se le decía: golden. Gamés se siente un abuelo).


http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/zacatito-pal-conejo.html

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