miércoles 24 abril 2024

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por etcétera

El primero de enero de 2000, México amaneció con un nuevo periódico: MILENIO Diario. Comenzaban el siglo XXI y el tercer milenio; comenzaba una época de cambios y retos considerables, entre ellos el relativo al desarrollo tecnológico, cada vez más vertiginoso. Pero en el edificio de Ignacio Mariscal 23, en la colonia Tabacalera de Ciudad de México, el 31 de diciembre de 1999 nadie —o casi nadie— pensaba en tales cosas: todos los esfuerzos y todos los anhelos se concentraban en el cierre de la edición para estar en la mañana en la calle, inaugurando un nuevo capítulo en la historia del periodismo mexicano.

Con una propuesta novedosa desde el formato —tabloide europeo—, MILENIO Diario inició su camino. Lo hizo en medio de las inconveniencias que implicaba haber anticipado su salida, prevista para meses más tarde, para hacerla coincidir con la era enunciada en su nombre. Faltaban computadoras, teléfonos, el internet fallaba a cada momento, las instalaciones resultaban insuficientes, a cambio sobraba entusiasmo, imaginación, ganas de hacer un periódico de referencia en la política, la cultura, el deporte, el entretenimiento. Desde los directivos hasta los ayudantes compartían el mismo sueño: la creación de un gran diario en un momento inédito en nuestro país, con un gobierno surgido por primera vez de la oposición, con un presidente de la República cuyos disparates y excesos se convirtieron muy pronto en impecables golpes noticiosos; un periódico con una apertura absoluta en el tratamiento de la información y una tolerancia radical para la crítica, la polémica, el humor, la irreverencia.

Han pasado veinte años. En MILENIO Diario, como sucede con todo en la vida, han ocurrido cambios, mucha gente se ha ido, otra ha llegado, en su organigrama se observa un inevitable relevo generacional, pero el objetivo principal permanece y aun se fortifica: hacer un periodismo que —alejado de la solemnidad y las capillas— no solo informe oportuna y verazmente, sino también propicié la discusión de los asuntos públicos, que motive la participación, la reflexión y aun la sonrisa de los lectores.

Más información: http://bit.ly/2ZShCCr

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