viernes 19 abril 2024

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por etcétera

Otro zafarrancho de la Cuarta Transformación. Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil pensaba esto (ya empezaron las jactancias): dime cuánto ganas y te diré quién eres. Si usted ha trabajado para el Estado y ha ganado gracias a su preparación y trayectoria buen dinero, Gil le tiene malas noticias: usted es un deshonesto e insensible. Si además tiene la ambición de ganar más dinero para ahorrar y, un día con un buen viento, comprarse una casa, usted no tiene perdón de Dios. Con la pena.

Si Gil ha entendido algo, cosa improbable, no se trata de elevar la vida de unos, sino de bajar la vida de otros. Esta forma de la política se llama “o todos coludos o todos rabones” y da resultados perdurables: que todos seamos honestos, sensibles y pobres. La verdad sea dicha (muletilla pagada por Morena y el Presidente), la Cuarta Transformación necesita dinero a puños para regalarlo a los jóvenes, a los viejitos, para hacer cien universidades, meterle dinero al Tren Maya, construir la refinería de Dos bocas, y así.

Gilga pertenece a ese grupo humano que considera que el dinero es moralmente neutro. El Presidente considera que el dinero es malo y atrae a la maldad. Gil cree que se puede hacer buen uso o mal uso del dinero. El Presidente y Morena creen que el uso del dinero proviene de las sombras, por esta razón hay que purificarlo regalándolo. ¿Cómo ven al filosófico Gamés?

Contrapesos y madrazos

La suspensión de la Ley de Remuneraciones le parece a Gilga un encontronazo anunciado. Gamés se pone suspicaz, como ratón viejo: el Presidente y Morena quieren el control de la Suprema Corte. Con ustedes, el zafarrancho de esta semana de la Cuarta Transformación. Gil lo leyó en Animal Político: la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces de Distrito ofreció una conferencia de prensa en la cual negó que en el Poder Judicial se perciban salarios de más de 600 mil pesos mensuales, y acusaron que se busca debilitar el sistema de pesos y contrapesos de la democracia y vulnerar el estado de derecho. Gamés leyó esto: “Se ha querido posicionar un falso discurso de que somos privilegiados y que vivimos del abuso del erario público señalando cantidades excesivas, como que percibimos más de 600 mil pesos, que no corresponden ni cercanamente a la realidad”.

Más información: http://bit.ly/2LefKNi

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