jueves 28 marzo 2024

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por etcétera

Gil caminaba en el amplísimo estudio sobre la duela de cedro blanco. México había llegado a los cien mil muertos por el coronavirus y a más de un millón de contagios. Sólo estas dos cifras son suficientes para que el alma se le vaya a usted a los pies. Ciertamente el gobierno de Liópez Obrador no inventó la pandemia, pero se enfrentó ella como si se tratara de una epidemia de gripa y le entregó el control sanitario a Hugo López-Gatell, que en menos de una semana del mes de marzo del fatídico 2020 se convirtió en un político militante seguidor ciego del Presidente: las pruebas son innecesarias, el cubrebocas no sirve para evitar los contagios. Liópez Obrador abandonó el serio problema sanitario para convertirlo en un pleito político: los medios de comunicación, culpables.

Así, día tras día, México se convirtió además en el país con la mayor cantidad de muertes de trabajadores de la salud. Una pesadilla. El Presidente decidió no usar cubrebocas y esparcir entre la población la idea de su inutilidad. En su contribución semanal a su periódico La Crónica, Ricardo Becerra cita a la eminente epidemióloga, incorporada al equipo de Salud de Biden, Celine Gounder, quien afirma simple y llanamente que es inconcebible que se politice el uso de la mascarilla.

En la mañana, durante la conferencia, la pandemia estaba controlada y en la noche los contagios y los muertos aumentaban. Todo esto aceptando el registro oficial que, como sabemos está muy por debajo de los números reales de víctimas del covid.

Un mal día López-Gatell dijo que si la cifra de muertos por coronavirus llegara a 60 mil muertos, eso sería una catástrofe. Pasamos los cien mil, pero López-Gatell y el Presidente afirman que la estrategia para el combate a la pandemia es la correcta. Lo que tenemosaquí es una respuesta sin pregunta.

Dale una bofetada, Jesús

Su periódico El País publicó un amplio reportaje: “México, un país roto”, una revisión crítica y bien documentada del manejo de la pandemia en México. El Presidente se puso hecho un basilisco y ejerció de inmediato uno de sus deportes favoritos, por encima del béisbol, darle de bofetadas a la prensa: “Hay países que mantienen todavía afanes colonialistas. Acabo de leer un artículo precisamente del periódico El País, de España, un periódico, que en los últimos tiempos, durante el periodo neoliberal, se dedicó a defender en México a la empresas españolas que recibieron un trato especial en México.”

El Presidente le pidió a Jesús Ramírez Cuevas que leyera la respuesta de un usuario de Facebook. Esa fue la respuesta presidencial: Un texto impreciso, majadero. En fon. Ay, mis hijos de Facebook.

Nuestra imagen en el mundo

Una nota de Arturo Páramo en Excélsior informa que “para el presidente Andrés Manuel L(i)ópez Obrador, los gobiernos no deben usar toques de queda ni la fuerza contra las protestas surgidas a raíz de la pandemia”. Correcto, ¿pero si se trata de usar la fuerza para detener a los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos?

En su discurso ante líderes de los 20 países más desarrollados del mundo, nuestro Presidente señaló que todas las medidas deben apelar a la responsabilidad de la población.

Liópez Obrador también insistió en que los gobiernos no deben contratar deuda para afrontar la pandemia, pues eso iría en contra del futuro de las economías. Mju, por cierto, ¿cuál futuro?

“El rescate económico debe hacerse de abajo hacia arriba. Primero ayudar a los pobres y no centrar las acciones gubernamentales sólo en destinar fondos públicos a empresas o instituciones financieras en quiebra”. Nuestro Presidente reiteró ante los países del mundo el planteamiento de que la salud es un derecho humano que debe ser gratuito para aquellas personas que no pueden costearla.

Oigan esto, por piedad: “La salud es un derecho humano fundamental que el Estado tiene que garantizar haciendo a un lado el afán de lucro. La atención médica, las vacunas y las medicinas deben ser gratuitas y de aplicación universal, como lo establece la resolución de México aprobada en la ONU, casi por unanimidad, con 179 países a favor”. Hasta aquí algunas respuestas sin preguntas.

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