viernes 29 marzo 2024

Recomendamos también: Más y más de los cuatro amigos, por Gil Gamés

por etcétera

Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gil recordó con cariño la entrevista que los cuatro amigos del Presidente le concedieron a su periódico El País. ¿Le ha pasado al lector, a la lectora, al lectere que después de momentos placenteros se quedan con ganas de más y más? Pues así le ocurrió a Gilga y repasó la entrevista con estos próceres en su periódico El País.

Gamés notó y anotó que una de las palabras (quedamos en que eran como 40) utilizadas en tan agradable reunión en un patio de Coyoacán es el muy abarcante vocablo neoliberal. Este alcanza para decir aproximadamente el 37% de lo que tienen que decir. Un portento en sus manos. Viéndolos hablar, uno vislumbra que cuando se reúnen a conversar con el Presidente, el número de palabras que necesitan para decir todo lo que tienen que decir quizá se reduzca a  sólo trece, entre las cuales figuran “Sí”, “De acuerdo”, “No lo había pensado”. Es claro, por la destilación extrema de su discurso a cuatro voces, que ayudan mucho con su pensamiento sincronizado al Presidente, al que le hablan con toda claridad, sin necesitar más que las referidas trece palabras.

Todo esto, a diferencia de los intelectuales orgánicos del viejo régimen que escriben textos abstrusos de muchas palabras, y hasta libros enteros, que nadie lee, ni necesita leer si se aprenden las cuarenta palabras esenciales, al alcance del pueblo, de que está hecho, y con sobras, el pensamiento sincronizado de los amigos muy amigos del Presidente.

Refugio nuclear

En su animada charla, el dibujante Hernández explica que el Presidente les enseñó un patio donde Calderón mandó construir un domo blindado que estaba hundiendo Palacio Nacional y lo tuvieron que quitar”. Pedro Miguel prosiguió: “para bombas atómicas. Ah, y nos dijo una cosa maravillosa: ‘esas sillas en las que ustedes están sentados cuestan 250 mil pesos cada una’”.

¡Nuclear, Hernández, nuclear! Gilga se imaginó el fin del mundo después de una absurda guerra y a Calderón saliendo muy orondo de Palacio: “aquí huele un poco a pólvora”. Si Gil fuera amigo del Presidente le habría sugerido hacer una pira con las sillas del mal y poner huacales para sentarse en ellos.

Miedos y medios

La idea de los medios de comunicación de estos amigos del Presidente es un tanto cuanto; así nomás, un tanto cuanto. Dice Pedro Miguel que 95 % de los medios está en manos de empresarios y que eso no es democrático. Pues que pasó mi Peter, con qué cree usted que se compra papel y tinta, rotativas y computadoras. Con qué cree usted que se les paga a los empleados, ¿con canicas? ¿A poco nos quiere vender la idea de que La Jornada no es una empresa? Bueno, a juzgar por los resultados y los rescates a los que ha recurrido, no es una empresa ni tiene empresarios, eso es verdad.

Jacobo García de su periódico El País les pegunta a los amigos si los medios de izquierda han renunciado a su papel crítico para convertirse en una correa de transmisión. El Fisgón se tiró de la azotea de una idea: “No. Por supuesto que no. Como la pregunta es tan amplia, yo te diría que de ninguna manera, que así no ha sido. Y Estás leyendo: Más y más de los cuatro amigos prueba de ello es cómo operan los medios de izquierda, que son poquísimos, que además son medios vinculados a la sociedad civil, que tiene una base que otros no tienen”.

Helguera: “La Jornada fue el único medio que le dio cobertura al movimiento de L(i)ópez Obrador desde los noventa, para no hablar de que fue el único medio que le dio cobertura al Frente Democrático Nacional (…) es decir, no se explica el triunfo de L(i)ópez sin La Jornada”.

¿En qué quedamos? ¿Se han alineado al Presidente o no? Comuníqueme con Jesús Ramírez Cuevas. Chucho: aquí hay problemas: ven a poner orden en este desorden, carambas: primero que nunca se alinea La Jornada y luego que sin ellos no se explica el triunfo de Liópez Obrador.

El enviado de El País pregunta: “¿querrá reelegirse?”. Hernández y Helguera contestan: “no, no, no”, pero Gamés cree que no entendieron la pregunta y que García se refería a Carmen Lira, directora de su periódico La Jornada: ¿se reelegirá una vez más?, lleva 28 años al frente del periódico. Muy bonita su democracia.

Ver más en Milenio

También te puede interesar