jueves 28 marzo 2024

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por etcétera

No hay gobierno sin promesas. Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leía sus periódicos. En conferencia de prensa después del desayuno que sostuvo con los miembros de la Concamin, el virtual presidente electo Liópez habló de la necesidad de reactivar la economía: “Tenemos que salir del estancamiento económico y esto se logra con el esfuerzo conjunto. Se requiere participación del sector público, privado y social”. Si Gil entendió algo, cosa improbable, dentro de tres años, después de 2021, bajarán los precios de los energéticos: “No habrá gasolinazo, más que el crecimiento de la inflación, y después de tres años, que tengamos producción de gasolina, bajarán los precios”. No es la gran noticia, para qué más que la verdad, pero en fon. El presidente Liópez asegura que en su sexenio el crecimiento económico será de 4 por ciento anual. Sus palabras en el oído del dios de las economías. En resumen, según una nota de Leticia Hernández de su periódico El Financiero: crecimiento de 4, no más impuestos, cero gasolinazos, no más incrementos súbitos en el gas y la electricidad, así como el rescate del sector energético. ¿Cómo la ven?, dicho esto sin la menor intención de un albur promisorio.

La descentralización que un día prometió el entonces candidato allá en su rancho de Palenque ocurrirá con cierta lentitud, despacio que voy de prisa: primero, la Secretaría de Turismo se mudará a Quintana Roo, la de Medio Ambiente a Mérida, Yucatán. Luego esperamos a ver cómo viene la mano y vemos la próxima mudanza. Según los datos que ofrece su periódico El Financiero, el crecimiento promedio de Salinas fue de 3.9; el de Zedillo de 3.3; el de Fox de 2.2; el de Calderón de 2.2 y el de Peña Nieto 2.5. ¿Qué es una promesa? La posposición de la realidad. Oh, sí.

Inseguridad

En entrevista con el director Carlos Marín de su periódico MILENIO en El asalto a la razón, Loretta Ortiz, integrante del consejo asesor de seguridad del virtual presidente electo Liópez, afirmó que la condición para construir acuerdos pacificadores con organizaciones criminales será su retiro inmediato del “campo de la ilicitud”.

Eso sí, a huachicoleros y asaltantes de trenes, cárcel sin fianza.

Gil no comprende: El Mayo Zambada se retira de sus negocios. ¿Con quién se entrevista? ¿A qué ventanilla se dirige? Yo ya no trafico ni mis hombres asesinan, ¿estamos? No se entiende, se entenderá con el tiempo. Un jefe de Los Zetas, o como se llamen, viene con el cuento de que ya no secuestra, tortura, extorsiona, ¿qué formato debe llenar para alcanzar un acuerdo una vez fuera de la “ilicitud”? Loretta Ortiz será la encargada de organizar la consulta sobre la ley de amnistía y otros puntos del pacto de pacificación. Respecto a la balacera entre grupos delictivos, se ofrecerá una mediación comunitaria. Perlada, la frente de Gil llegó a temperaturas altas. Dios quiera y resulte algo más o menos positivo de este menjunje. Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: ay, mis hijos, mediadores de delincuentes, criminales sin alma, asesinos sin corazón. La verdad de las verdades, Gilga no entiende por qué un huachicolero o un asalta trenes es peor ser humano que un capo que ha mandado asesinar a cientos de personas. En fon. La amnistía va.

Más información: http://bit.ly/2NK6Zv1

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