Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil repasaba sus noticias económicas. Gilga lo leyó en su periódico El Financiero: la Secretaría de Hacienda reconoció que en los dos primeros años de gobierno de Liópez Obrador habría un crecimiento menor. Con la pena, pero creceremos menos que en 2018, último año inmundo del presidente Enrique Peña Nieto y la mafia del poder. Como todo mundo sabe, Gil es un economista de fuste y fusta, razón por la cual intuye que algo no hacen bien los integrantes de la 4T, la hacienda pública redujo para este año el pronóstico de crecimiento de entre 1.5 y 2.5 a un rango de 1.1 a 2.1.
Y para 2020 será de entre 1.4 y 2.4 cuando se estimaba de 2.1 a 3.1. Enrique Quintana, colega de Gilga, escribió en sus Coordenadas: “Más vale que desde ahora alguien ponga la cara y le diga a López Obrador que pese a todos los esfuerzos, la economía tendrá en 2019 un comportamiento más malo que en 2018 , el último año del neoliberalismo”.
Malo, malo
Gamés, hombre de vasta y basta experiencia añade: estos resultados ocurrirán si todo va bien, si hay Tratado de Libre Comercio, una economía estadunidense ordenada, un mundo económico sensato. Se llama crecimiento enano en la Cuarta Transformación.
Es poco, pero no contiene corrupción, sin robo nos iba a alcanzar para todos los programas y más, hasta para unos Pingüinos Marinela. Dice el colega economista Quintana que alguien tiene que explicarle al presidente Andrés Manuel López Obrador que los primeros siete meses de su mandato la economía tendrá el peor desempeño desde 2013.
La verdad es que el que tiene que explicar es el Presidente, y empezó. En la mañanera ya desmintió a la realidad y dijo que el crecimiento económico será mayor que el que estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México. Lo dicho, la realidad es conservadora y no pocas veces inmunda, dicho lo cual es preciso desmentirla.
Pinche realidad de la mafia del poder… Ahora mal sin bien: si están sentados párense, si están parados siéntense: “Y, hasta ahora, la determinación del gobierno de L(i)ópez Obrador es mantener la disciplina en las finanzas del gobierno, así que resultará casi inevitable pensar en un nuevo recorte en el gasto público hacia la primera mitad del año poco después”.
Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: ay mis hijos, ilusionados, ficticios, mentirosos, cuál más de los tres, o los tres, o los cuatro si agregamos la negra noche.
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