jueves 18 abril 2024

Recomendamos también: La gran mentira, por Francisco Garfias

por etcétera

Quedó al descubierto que éste es un gobierno que engaña. Ocho meses después del culiacanazo, el Presidente reveló que fue él quien dio la orden de dejar libre a Ovidio Guzmán. “Yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente”, dijo López Obrador en la mañanera de ayer. Lo hizo, dijo, para no poner en riesgo a la población.

No hace falta un sesudo análisis para darnos cuenta del engaño. La versión oficial dice que fue una decisión del gabinete de seguridad que respaldó el Presidente.

Con su revelación, AMLO embarró al Ejército, el cual reservó por cinco años la información sobre el caso por motivos de “seguridad nacional”. Desconocemos los motivos que llevaron al mandatario a hacer semejante revelación.

El culiacanazo terminó con un saldo oficial de ocho muertos, 16 heridos, y 51 reos fugados.

AMLO dejó al descubierto la gran mentira de Alfonso Durazo al pleno del Senado, en una comparecencia celebrada dos semanas después de ocurridos los hechos.

La legisladora del PRI, Claudia Anaya, se encargó de balconear al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.

Puso a circular, en redes sociales, un video en el que, bajo protesta de decir verdad, Durazo aseguró a los senadores que “nadie” decidió liberar a Ovidio. “Los integrantes del gabinete de seguridad, mi almirante Ojeda; el general Sandoval y un servidor, tomamos la decisión, de común acuerdo, del repliegue de nuestro personal, aún y cuando no fuese posible, en virtud de las circunstancias, llevar detenido al perseguido”.

La senadora Anaya va a presentar una denuncia en la Función Pública contra Durazo Montaño por utilización indebida de información privilegiada. Dice que el secretario violó el artículo 52 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

Va a explorar, también, las posibilidades de fincarle juicio político, aunque no se hace ilusiones porque sabe que la mayoría de Morena y sus rémoras lo bloquearían. La pelota quedará en la cancha de Irma Eréndira Sandoval.

Y algo que es inaceptable: puedes pararte frente al pleno del Senado, mentir bajo protesta de decir verdad y salir impune del engaño. No pasa nada.

****

Apenas es creíble que un gobierno que se dice de izquierda haya aceptado incluir, en la Ley para la Innovación Industrial, una serie de “candados” que retrasan años la aparición de los llamados medicamentos genéricos, en aras del T-MEC.

Los genéricos son hasta 70 por ciento más baratos que los de patente y los producen, en un 80 por ciento, los laboratorios mexicanos.

La patente dura 20 años, pero a través de los ajustes que se le harán a ese ordenamiento en el Congreso de la Unión la próxima semana, se va a retrasar la entrada de los genéricos entre cinco y diez años adicionales, según cálculos de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos.

“Le hicieron un traje a la medida a la empresa transnacional. Por cada año que pase ellos van a seguir vendiendo medicamentos muy costosos”, nos dijo Juan de Villafranca, director ejecutivo de Amelaf.

Hay un par de cláusulas en esa Ley que ponen en ventaja a los extranjeros, en detrimento del bolsillo de los mexicanos: La cláusula Bolar, que retrasa el inicio de investigaciones para poder utilizar la información de la patente antes de las dos décadas, pero sin violar la prohibición de comercializar.

El otro candado es la llamada vinculación, un esquema mediante el cual Cofepris le pregunta al Instituto Mexicano de Propiedad Industrial si hay violación de la patente. En este caso, te puedes ir a un litigio que tarda años en resolverse. El tema no es menor. Involucra un mercado de 200 mil millones de pesos, dominado por los laboratorios extranjeros que tienen la patente, Alrededor de 60 mil empleos están en juego, en su mayoría mujeres.

“Es una bomba lo que hicieron en la Comisión de Economía del Senado. Ya lo habían dictaminado y ni siquiera nos consultaron”, se quejó Villafranca.

Ver más en Excélsior

 

También te puede interesar