viernes 19 abril 2024

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por etcétera

El 16 de marzo de 2018, con 75 días de retraso, la Cámara de Diputados designó a quien habría de sustituir a Juan Manuel Portal al frente de la Auditoría Superior de la Federación.

La gestión de Portal se había agotado el 31 de diciembre de 2017, así que, durante ese lapso, el organismo autónomo encargado de la fiscalización de las cuentas públicas se había mantenido acéfalo, en medio de desacuerdos entre las fuerzas políticas.

El nuevo auditor saldría de una terna integrada por David Colmenares Páramo, Salim Orcí Magaña y Ángel Trinidad Zaldívar. Sin embargo, para todos quedó claro que la cargada iba con el primero.

Hubo una impresionante operación del gobierno de Enrique Peña Nieto para conseguir votos a favor de Colmenares, recuerdan los entonces diputados federales perredistas Agustín Basave y Guadalupe Acosta Naranjo, entrevistados para esta columna.

“Era tanta la presión, que a mí me empezó a generar desconfianza”, dice Basave. “Había llamadas de los gobernadores a los diputados de sus estados. Se apersonaron muchos funcionarios federales en San Lázaro. Era demasiado el interés de que quedara él”.

Apunta Acosta Naranjo: “Cuando supe que toda la bancada de Morena había votado a favor de Colmenares, me dije ¿pues qué pasó aquí? Ellos votaban sistemáticamente todo en contra, y ésta era una persona sobre la que había dudas respecto de su eficacia como contador”.

Quedaban pocos meses al gobierno de Peña Nieto y el nuevo auditor se encargaría de revisar las cuentas de los últimos dos años de ejercicio.

“Eran días para asegurar que quedaran bien cubiertas las espaldas, no era una negociación cualquiera, sino algo que importaba mucho al gobierno saliente”, enfatiza Basave.

Una de las rarezas del proceso para poner a Colmenares al frente de la ASF es que el dictamen de la Comisión de Vigilancia ni siquiera se discutió. Tampoco hubo posicionamientos sobre la terna. Y la votación fue secreta, mediante cédulas.

Hasta el propio Colmenares participó en el intenso cabildeo de los días previos. “Él, personalmente, me buscó la víspera, pero no le tomé la llamada”, cuenta Basave, quien anuló su cédula.

La cantidad de votos a favor de Colmenares fue de 377 de 446 posibles.

Aquella bancada de Morena que votó a favor –la primera de su historia en la Cámara de Diputados– era coordinada por Rocío Nahle, la actual secretaria de Energía.

¿En qué consistió la negociación entre el PRI y Morena para sacar adelante a Colmenares, cuyo trabajo, sobre el ejercicio del gasto en 2019, ahora es impugnado por el presidente López Obrador, quien ayer dijo que pediría a la Cámara de Diputados investigar cómo se elaboraron esos informes, “con información falsa y tendenciosa, cuyos errores de proyección obedecen no sólo a la deficiencia técnica, sino también a la intencionalidad política”?

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