viernes 29 marzo 2024

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por etcétera

Las 317 conferencias mañaneras que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha encabezado desde su toma de posesión han sido presentadas como un espacio en el que su gobierno informa con transparencia y rinde cuentas.

Esta descripción choca con la presencia de personas que posan como reporteros y son utilizadas para reventar cuestionamientos al mandatario, hacer preguntas a modo y lanzar ataques contra verdaderos periodistas y miembros de la oposición.

Aunque algunos se han vuelto conocidos a fuerza de acaparar el tiempo en las conferencias –una vez el Presidente tardó 45 minutos en responder una de sus preguntas–, no mencionaré aquí sus nombres porque es irrelevante y eso sólo serviría a su objetivo de desinformar y agredir.

Ayer uno de ellos rebasó cualquier estándar ético al solicitar al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, que su oficina investigara a personas que han promovido el paro de mujeres del próximo lunes.

Esa fue la gota que derramó el vaso, pues esa persona y otros integrantes de la claque oficialista en las mañaneras llevan meses hostigando a quienes acuden a las conferencias para hacer preguntas de interés público, es decir, para cumplir con su trabajo.

Luego de los bochornosos hechos de ayer, el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, publicó un tuit en el que decía que no se permitiría que ningún periodista agrediera a otro. En realidad, ese no es el problema. Entre periodistas podemos tener diferencias, pero no de ese tipo. Y en más de tres décadas de carrera no me había tocado ver agresiones a reporteros por parte de paleros que posan como informadores.

De todos modos, tomo la palabra a Ramírez Cuevas y confío en que la Presidencia no permitirá más ataques y acoso como los que han sufrido mis compañeros de Excélsior e Imagen, Isabel González y Arturo Páramo por parte de esa gente. Uno de ellos se atrevió a decir en una entrevista que deseaba que “le den un balazo” a Isabel.

La mejor manera de evitar cosas así es que dichas personas ya no sean admitidas en las mañaneras. No tienen nada que estar haciendo ahí. Algunos tienen chambas en las oficinas de comunicación de políticos oficialistas. Que allí se queden y dejen trabajar a los reporteros reales.

Más información: http://bit.ly/2Ip2bdg

 

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