La lucha encarnizada del presidente Andrés Manuel López Obrador es contra ‘los otros datos’ y los portadores del mensaje. Él tiene sus datos y rebate todo aquello que es contrario a lo que piensa. Para López Obrador, lo que es distinto a su pensamiento son realidades alternas e informaciones falsas. Para quienes se encuentran en las antípodas, es el Presidente quien está equivocado.
¿Quién tiene la razón? Los resultados son los que mostrarán quién estaba en lo cierto y quién erró. No es una competencia, pero establecer el registro histórico para analizar las decisiones y posiciones que han causado la polarización, será importante en la rendición de cuentas ante los mexicanos.
La mañanera de este jueves permite asomarse al fenómeno sociopolítico que se vive en el país. Como botones de muestra:
*El Banco de México, en donde hay dos subgobernadores que él propuso, uno de ellos, Gerardo Esquivel, arquitecto de su primer plan de ahorro de 500 mil millones de dólares por corrupción, y de costear sus programas, exsubsecretario de Egresos y esposo de la secretaria de Economía, reportó que la caída en el crecimiento de la economía mexicana sería de hasta 8.8 por ciento, lo que provocaría la pérdida de 1.4 millones de empleos.
López Obrador respondió: “Acerca de los pronósticos del Banco de México, pues somos muy respetuosos nosotros de la autonomía del Banco de México, desde luego no coincidimos con sus proyecciones… Los pronósticos están peor que los del Fondo Monetario Internacional para México. Salieron más realistas que los del Fondo”.
*Esta semana, el Bank of America redujo su expectativa de crecimiento económico a menos 10 por ciento. La agencia calificadora Fitch, apuntó que la contracción sería de 7.4 por ciento. Y JPMorgan consideró que el Producto Interno Bruto durante el segundo trimestre del año podría caer 40 por ciento en términos anualizados. “Todo apunta a una devastación económica que parece no haber terminado aún”, indicó Citibanamex.
López Obrador confió: “Nosotros pensamos que nos vamos a recuperar pronto”.
*El martes, con información del Banco de México, El Universal reveló que habían salido cinco mil millones de dólares del país, ante las condiciones financieras globales que se vieron afectadas por el Covid-19, que provocó una recomposición de los portafolios. Expertos consultados por el diario, añadieron que otro factor fue que los inversionistas advierten que México perderá el grado de inversión.
López Obrador explicó: “Sí (hay fuga de capitales), pero se debe a que con la crisis mundial, los que invierten, sobre todos los fondos de inversión, buscan mayor protección para su dinero y por eso cambian el destino de sus inversiones. Sin embargo, en los últimos tiempos están regresando inversiones; por eso se está apreciando el peso. Cuando es el momento más crítico de la pandemia y todas las monedas se devalúan, quedan muy pocas sin devaluarse”.
*La depreciación del peso se debió al incremento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la desaceleración económica global, y la posibilidad de que Pemex perdiera el grado de inversión. Se recuperó esta semana ante las expectativas de que el regreso de las actividades en Asia, Europa y Estados Unidos, provoque una recuperación económica global.
López Obrador aseguró: “Desde que estamos en el gobierno, a pesar de la pandemia y de la crisis mundial, la depreciación del peso es de 10 por ciento. Antes de la pandemia el peso llegó a estar en el primer lugar entre las monedas que más se apreciaron con relación al dólar”.
*La data de mercado del periódico The Wall Street Journal, muestra que la depreciación del peso en los últimos tres meses ha sido de 12.81 por ciento. Sin embargo, su mayor caída fue antes de la pandemia. Para cuando se declaró la emergencia sanitaria, el 21 de abril, el peso arrastraba una depreciación de 24.37 por ciento acumulada desde marzo.
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