martes 16 abril 2024

Recomendamos: Par de reyes, por Gil Gamés

por etcétera

La semana sube el telón y Gil se pregunta con que nos sorprenderá Ricardo Monreal. Al delegado que se niega a trabajar sólo le falta la nariz roja, los zapatotes y presentarse ante los niños: soy Monrealín, el payaso de la Delegación Cuauhtémoc. Amiguitos me dejaron las oficinas sin sillas, hasta los lápices se llevaron. Gamés es injusto, Monreal si trabaja, en una jornada tensa y agotadora nombró a Nico, el chofer de Liópez, como jefe de limpia y al joven porro que asaltó las oficinas del CCH Castillo Luna como encargado de la unidad educativa de la delegación. Pas mal. Entre otros rumbosos nombramientos estos personajes mejorarán la vida diaria en la Cuauh-témoc. Mju.


En unos cuantos días, Monreal ha chillado a los cuatro vientos que la delegación vive una “crisis financiera y moral”, ha mostrado un millón y medio de pesos que le hicieron llegar como soborno, se ha entregado a la policía con valentía infrecuente y ha desactivado una red de espionaje en las oficinas de la delegación. Con grandes dificultades James Bond habría cumplido estas misiones en tan poco tiempo.


En un video, Ricardo Monreal denuncia la corrupción imperante en la delegación (ción-ción), entrecierra los ojos, hace un gesto de dolor y dice: “no permitamos que le hagan daño a nuestra delegación”. Al terminar, aparece un logo con su nombre, santo y seña de su campaña.


¿Cuál campaña? La que ha empezado el delegado- luchador para construir su candidatura a la jefatura de gobierno del DF. Todos los recursos de la Cuauhtémoc para fortalecer esa plataforma. El delegado ha sido gobernador y sabe lo que cuesta una candidatura. Si a esto añadimos la bendición de Liópez, lo que tienen los habitantes de la Cuauhtémoc es un delegado inexistente y un precandidato en campaña con mucho dinero. Y claro, no olviden al payaso Monrealín. Amiguitos: he descubierto una red de corrupción, no se dejen engañar, si los quieren corromper, digan no y cuéntenselo a quien más confianza le tengan. Yo soy su payaso Monrealín, sé contar chistes, inventar despojos y hacer payasadas.


Me entrego


Una mañana histórica, Monreal se presentó a las oficinas de la Procuraduría a entregarse “voluntariamente”, así dicen los periódicos. Se acusaba de ingresar a la tesorería de la delegación el millón y medio que llegó a sus oficinas en un sobre. 


http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/par-de-reyes.html

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