jueves 18 abril 2024

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por etcétera

¿Qué se puede observar en el paisaje nacional de México? Expectativas de crecimiento prácticamente nulas, inversiones limitadas ante la incertidumbre legal y confusión sobre los mensajes del gobierno. Hay estancamiento en la obra pública y el sector de la construcción está paralizado. El campo se encuentra en crisis por la falta de apoyos, por la corrupción en la entrega de recursos y porque la amapola perdió su valor frente al fentanilo. La economía está deshidratada y la recaudación fiscal se verá afectada. Habrá mayor desabasto de medicinas y fuga de capitales. La suma de variables introduce presiones al sistema, que se agregan a la inconformidad social en el país.

Hay agitación en zonas rurales y campesinas, y en el sur se han reactivado los grupos armados y surgido otros que están tomando las armas, aprovechando la pauperización de regiones que ya estaban pauperizadas. En varias zonas del norte y el centro del país, los cárteles de la droga están movilizando a grupos sociales contra el gobierno. La manera como el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tratado a la sociedad mexicana fragmentó su consenso para gobernar, lo que ayuda a entender el porqué de problemas que tienen solución, se convierten en crisis.

El proceso de toma de decisión de López Obrador es el ingrediente exógeno que aumenta incertidumbre y peligros. Desde hace más de un año las consultoras han advertido que la forma unilateral y vertical en la toma de decisiones, sin tomar en cuenta lo que le plantean sus asesores, incrementa los márgenes de riesgo sobre los resultados. Conforme ha avanzado su gobierno se ha demostrado que no ha habido curva de aprendizaje, pero sí un aumento en su molestia ante las críticas que se han hecho a su gestión. Estas críticas no generan debate público, pero enconchan al Presidente. La discrepancia lo aleja de la solución de los problemas y lo aísla de los problemas que están surgiendo en el país.

La disociación entre la realidad del Presidente y las realidades objetivas que se viven en el país impiden diagnósticos certeros para aplicar soluciones adecuadas. Varios de sus colaboradores han venido transitando en los últimos meses de un mundo alegre donde todos estaban mal menos el Presidente, a preocupación sobre lo que sucede a nivel de calle, pero aún no hay quien se decida a jugarse el trabajo a cambio de hablarle con toda libertad y franqueza. Caminar en sentido contrario la decisión sobre el rumbo de un país y el rumbo que está tomando ese país, lleva a lo peor. Se puede argumentar que López Obrador se está convirtiendo en un riesgo de seguridad nacional para México mismo y, sobre todo, para Estados Unidos.

¿Por qué?

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