Cualquier ciudadano de a pie en Sonora tiene una idea bastante clara de cómo se puede armar un caso judicial contra el gobernador saliente, Guillermo Padrés Elías
No costó mucho trabajo reunir información y evidencias, rastrear el dinero, las operaciones y las maniobras. Cualquier ciudadano de a pie en Sonora tiene una idea bastante clara de cómo se puede armar un caso judicial contra el gobernador saliente, el panista Guillermo Padrés Elías.
Según fuentes de alto nivel, el Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen) y la Secretaría de Hacienda tienen ya listo un expediente para solicitar una orden de aprehensión, basada en varios casos de abusos y escándalos de corrupción que ha protagonizado desde que llegó al gobierno de su estado.
Lo único que falta es la decisión política y el armado ministerial del caso por parte de la PGR, que tendría la tarea de integrar con todo cuidado los expedientes.
Aunque este asunto en particular parece sencillo, hay ejemplos recientes de cómo una mala integración puede dar al traste hasta con los casos en que las evidencias de corrupción están a la vista de todo el país.
El caso contra Padrés forma parte de un paquete de expedientes sobre ex gobernadores y gobernadores salientes, todos con suficiente cola que les pisen, que está siendo analizado en las más altas esferas del gobierno federal.
En lo que toca al mandatario de Sonora, las denuncias ventiladas en medios de comunicación dan para mucho:
Padrés Elías ha sido señalado por construir sin título de concesión, ni estudio de impacto ambiental la presa que llevaba el profético nombre de El Titanic dentro del rancho de su familia, Pozo Nuevo, para usar en su beneficio el agua de la región. Alegó que la construcción tenía más de sesenta años pero hay suficientes evidencias de que se construyó hace tres, a la mitad de su sexenio.
