jueves 25 abril 2024

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por etcétera

Ponen el amarillo cuando ya todos se pasaron el semáforo.

Florestán

La última vez que hablé con la periodista Lourdes Maldonado fue la semana pasada, cuando me habló desde Tijuana de su victoria en el proceso laboral contra la empresa de medios propiedad del ex gobernador morenista de Baja California, Jaime Bonilla.

Estaba entusiasmada.

Lourdes fue reportera de Jacobo en los años ochenta y coincidimos en el chat de los Reporteros de 24 Horas, integrado por más de un centenar de compañeros que formamos parte de la escuela del inolvidable maestro Zabludovsky.

El domingo por la noche me informaron que la habían matado en Tijuana.

En mi incredulidad, subí una foto y pregunté en el chat: ¿Es nuestra Lourdes Maldonado?, a lo que de inmediato me respondieron que sí y preguntaron ¿qué pasó?

Entré en contacto con Fernando del Monte, amigo y periodista en Tijuana, y me confirmó.

Fue entonces cuando les respondí e informé en mis redes: La mataron esta noche, y la comunidad estalló. ¡Habían asesinado a nuestra amiga y compañera! ¡La segunda periodista ejecutada en Tijuana en menos de una semana!

El 26 de marzo de 2019 denunció ante el Presidente que temía por su vida debido al litigio con Bonilla. Ayer, el ex gobernador se desmarcó del crimen y exigió, como todos, la investigación y castigo a los homicidas.

Lo que pasa es que hay muy poca esperanza: de acuerdo con la oficina del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, en México nueve de cada 10 asesinatos de periodistas quedan impunes.

Todo apunta que el de Lourdes no será la excepción. Descanse en paz nuestra compañera, porque nosotros no.

Más información: https://bit.ly/3rRnVoo

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