jueves 18 abril 2024

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por etcétera

Será importante para el futuro lo que el Senado reformó de la minuta de la Guardia Nacional, definiéndole un mando civil, fuero civil y las condiciones de una policía nacional.

Pero para los cinco años que vienen lo fundamental es que los transitorios de la minuta dejan en manos del Presidente cómo y cuánto militarizar la seguridad pública.

El Presidente podrá hacer virtualmente lo que quiera en esos años. La pregunta es qué quiere hacer. Nadie lo sabe con exactitud. En ese sentido, puede decirse que los senadores le entregaron un cheque en blanco.

Hay indicios de que la estrategia de militarización de la seguridad pública no será la seguida hasta ahora. El Presidente ha dicho enfáticamente que no perseguirá a los capos del narcotráfico.

En ese camino ha llegado a pedir públicamente una visa humanitaria para que la madre del Chapo Guzmán pueda visitarlo en su prisión estadunidense. Ha sugerido también que pedirá la “repatriación” del Chapo.

Difícil una posición más explícita en materia de conciliación con los capos del narco. En el mes de febrero, el Presidente visitó tres veces el estado de Sinaloa y una vez el pueblo de Badiraguato, el pueblo del Chapo, emblemático si alguno.

Fue a ofrecerles a los de Badiraguato el fin de la estigmatización y una cascada de apoyos: una universidad forestal, empleos permanentes para sembrar los campos, y sus programas sociales: tandas, adultos mayores, ninis, estudiantes, precios de garantía.

La idea de la Guardia Nacional, ha dicho el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, no es hacer operativos como hasta ahora, sino ser una fuerza estacionaria, una especie de policía local.

Más información: http://bit.ly/2BXdBSz

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