jueves 28 marzo 2024

Recomendamos: Fiscales, por Gil Gamés

por etcétera
Etcétera

Gamés caminaba sobre la duela de cedro blanco mientras cavilaba: los buenos, influyentes y poderosos periodistas de raza se convierten en México, tarde o temprano, en temibles fiscales. A Gilga no le gustan los fiscales, ni las fiscales. Informan poco y juzgan mucho; a veces, en sus pequeñas investigaciones aciertan, y la nación se los agradece como si fueran los héroes de la patria buena, a lo mejor lo son, y Gil es simplemente un desorbitado.

Un periodista de fuste y fusta mueve sus piezas en ese perímetro inverecundo: Ciro Gómez Leyva, malhumorado periodista de la mañana, dueño de un poder importante en los medios. Ciro va a todas: increpa, interrumpe, levanta la voz –un poco, no mucho–, duda, invoca a los Dioses de la verdad. Por cierto, sus dos compañeros de emisión, Manuel Feregrino y Omar Sánchez de Tagle, son de lo mejor que se oye en la radio matutina. Ciro es tremendo y no lo vean feo porque monta en cólera y los pone parejos. ¿Qué me ves o qué? Te surto en un tris; aguzado, carnal, pregunta primero con quién te metes.

Oribe Peralta

Como en otros casos, Ciro Gómez Leyva ha mandado al infierno del desprestigio a Oribe Peralta, el futbolista mexicano de la selección nacional. ¿Pruebas? ¿Investigación? ¿Son necesarias? Basta mi palabra. Hasta donde Gilga ha entendido, unas hermanas, Arlem y Mercedes Torres Ricarde, pararon con sus huesos en la cárcel por intento de extorsión. Según una versión de los hechos, las muchachas querían 500 mil pesos a cambio de unas fotografías comprometedoras de El Cepillo cepillando, o como se diga. Una de las muchachas le habría dicho a Oribe: “Mira, cabrón, voy a ir al grano. ¿Te acuerdas que tengo una fotos tuyas? Así que no te pongas pendejo, quiero 500 mil para no venderlas y que salgan en alguna revista o en la televisión”.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/fiscales.html

 

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