viernes 29 marzo 2024

Recomendamos: El montaje, por Yuriria Sierra

por etcétera

Fue un error. Lo dijo el Instituto Politécnico Nacional, la institución educativa a la que pertenece la estudiante de enfermería que aplicó mal la vacuna contra covid-19, que ha dado la vuelta a las redes desde el fin de semana: “se puede calificar como un error humano…”. Lo dijo bien, incluso antes, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum: “Es una difamación afirmar que un error humano fue producto de una acción deliberada del gobierno…”. Se le sumó la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López, quien me lo dijo en Imagen Radio: “Se corrigió de inmediato ese problema y se retiró a la persona y está en investigación, esa parte está, digamos, en curso, se está investigando qué fue lo que pasó…”. Lo afirmó de igual forma el Instituto Mexicano del Seguro Social: “Cuando se detecta este error, se vacunó a la persona, que es la parte más importante también, que la persona fuera inmunizada, pero estamos revisando cómo fue la contratación, cómo fue el proceso de capacitación para entender un poco cómo ocurrieron estas cosas…”, precisó Zoé Robledo.

Un error, así lo aceptan, porque de esta manera se obligaron a cambiar los protocolos. Así lo documentamos ayer en Imagen Noticias. En al menos tres sedes en Iztapalapa, quienes aplican la vacuna mostraron la jeringa a los adultos mayores antes de la inyección. Que no hubiera dudas de que la vacuna estaba lista para ser administrada. Lo mismo ocurrió en el Estado de México, así lo vimos en una unidad vacunadora en Chalco. La reacción lógica y correcta de las autoridades. Porque, a raíz de la viralización de aquel video de la vacuna no aplicada, algunos ciudadanos comenzaron a dudar sobre la jornada de inmunización.

En un país donde la pandemia nos ha colocado como el tercero más afectado en el mundo, no hacen falta elementos de desconfianza e incertidumbre. Tomando en cuenta lo anterior, ¿por qué entonces volver este incidente un frente político?

Al momento en que escribo estas líneas, no sé si el presidente López Obrador cumplió su palabra y si la conferencia en Palacio Nacional de este miércoles se convirtió en una pista circense en la que se usó un acontecimiento ocurrido en 2005 para abonar a su causa de que todo se trata de un complot. Porque tanto Andrés Manuel López Obrador como Hugo López-Gatell han optado por abrazar la narrativa del montaje. “Son capaces de todo…”, dijo el Presidente segundos después de aceptar que había sido un error lo sucedido en la unidad vacunadora en Zacatenco. En Palacio Nacional han decidido aferrarse a esta historia.

¿En verdad tanto urge un nuevo complot? Acusar un “montaje” para no reconocer las fallas ha sido una constante y es hoy hasta una ironía.

López Obrador sabe, estoy segura, que lo más importante en un momento como éste es abonar a la confianza de su estrategia de vacunación, más aun porque no avanza a la velocidad esperada. Sabe la diferencia y lo peligroso que representa alimentar dudas, pero aun así insiste en ello. ¿No le preocupaba el lugar que ocuparía en la historia? Ojalá reconozca, al menos en esto, que se está equivocando… Y en una de ésas, que de una vez se decida a usar cubrebocas.

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