jueves 28 marzo 2024

Recomendamos: El Insabi, un desastre, por Joaquín López Dóriga

por etcétera

No pueden ser sus peores enemigos; bueno, a veces sí.

Florestán

En su colaboración semanal en El Universal, el ex secretario de Hacienda de la 4T, Carlos Urzúa, hizo un análisis demoledor del Instituto Nacional de Bienestar, Insabi, análisis que fue desmontado parcialmente, ayer, por su titular Juan Antonio Ferrer.

El maestro en administración de empresas y experto en antropología negó el documentado desastre que ha sido la activación de ese instituto que viene a suplir al Seguro Popular, que atendía a más de 60 millones de mexicanos sin seguridad social, un esquema que armó el doctor Julio Frenk en el sexenio de Vicente Fox, hasta su defunción oficial, el pasado día 1.

Ferrer me dijo que desde que Urzúa despachaba en Hacienda, estaba en desacuerdo con su creación pidiendo, dijo, más intervención privada, lo que, añadió, iba contra el proyecto de la 4T.

Urzúa publicó que el diseño del Insabi carece del debido sustento normativo, financiero y operativo, lo que puede condenarlo a convertirse en una riesgosa quimera, y habla de preocupantes errores de párvulos: la falta de un esquema de financiamiento, operación, afiliación, contratación de personal, compra de medicamentos, falta de certidumbre en cuanto a sus aportaciones y de reglas claras.

A esto fue respondiendo Ferrer, quien aceptó errores por lo menos de comunicación, que los ha habido peores. Para el director del Insabi, el problema central, al igual que apuntó el presidente López Obrador, ha sido el boicot de quienes surten medicamentos, a los que el gobierno no ha podido sancionar a pesar de tratarse de un delito de lesa humanidad: especular con medicinas.

Ferrer garantizó que todos los servicios médicos en todos los institutos, hospitales de todos los niveles y clínicas y las medicinas serán gratuitos para todos los mexicanos que carezcan de la seguridad social del IMSS, del Issste, de Pemex o de las Fuerzas Armadas.

Vamos a ver si todo lo que garantizó el director del Insabi lo cumple, porque puso su palabra y su cargo como garantía.

Y es que hasta ahora, el proceso ha sido un caos, un desastre, un modelo de lo que no puede ser, pero ha sido.

Más información: http://bit.ly/2FNQAmv

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