miércoles 17 abril 2024

Recomendamos: Contra los periodistas, por Gil Gamés

por etcétera

Gil se devanaba los sesos: ¿por qué el Presidente tomó el bat y macaneó a los periodistas desde el primer día de su mandato con singular mal humor y fuerza bruta? Gamés comprendió que no había que devanarse los sesos, la respuesta es más o menos simple: porque en los medios de comunicación, unos más, otros menos, se ha ejercido la crítica más seria al gobierno desaforado que encabeza Liópez Obrador. Los empresarios hesitan y desdicen en público lo que hablan en privado; los sindicatos, entregados, ni hablar; los institutos autónomos han resistido y han sido derrotados, salvo el INE que ha defendido su autonomía acudiendo a la ley y no pocas veces a la dignidad; la oposición tira aún palos de ciego; el poder judicial ha sido más bien cooptado. Pero el periodismo responde día a día, medita Gilga, y eso enfurece al Presidente: conservadores, golpistas, corruptos, ladrones.

Gil no ha escrito “periodismo crítico” con toda premeditación, pues no se refiere a la prensa que se publica como boletín de comunicación social. Comuníqueme con Jesús. Sí, Gilga se refiere a su periódico La Jornada, ¿no les da pena la obsecuencia?, y a ese batidillo de pena ajena en el Canal 11, el Canal 22, el Canal 14, programas desprendidos de una cosa que se llama La Octava. El otro periodismo, con todos sus matices, enconos y divergencias entre sí ha sido crítico.

Carlos Puig

Estas ideas (ya empezamos con las jactancias) vinieron a la mente de Gil (más presunciones) leyendo el artículo de Carlos Puig: “Un presidente enojado con el periodismo”. Puig ha recordado a Julio Scherer y a Carlos Monsiváis y un trabajo que formaron y firmaron juntos: Tiempo de saber, prensa y poder en México. Puig trajo a su diaria “Duda Razonable” algunos dichos presidenciales que Monsiváis trasladó de la revista etcétera a un capítulo de aquel libro. Los dichos fueron expresados (es un decir) por el ex presidente Fox. No se pierdan esas joyas casi gemelas de los macanazos de las mañaneras.

El Presidente es periodista

Aún olía a tinta fresca el artículo de Puig, o a mágica aparición electrónica, cuando el Presidente ya había arremetido contra el periodismo que no le gusta y le molesta y lo pone de un humor negro. Se le fue encima una vez más a Aristegui y dio lecciones de lo que debe ser el periodismo: “será necesario que la prensa haga un cambio, si no preparan cuadros nuevos o le dan oportunidad a periodistas nuevos, pues cada vez va a tener menor credibilidad, sobre todo los convencionales, ya de tanto mentir pues pierden ya entonces, incluso los que están detrás, los que aportan dinero, pues ya no les rinde”. Gil no comprendió, pero sí comprendió: “Recomiendo que se fortalezcan espiritualmente, que ayuden al prójimo, ya son otros tiempos, esté quien esté en el poder ya no se podrá volver a los abusos que se tenían”.

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