miércoles 24 abril 2024

Recomendamos: Cada que la veo venir, por Gil Gamés

por etcétera

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leyó en sus periódicos la noticia: la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todos los estados del país en un fallo histórico que provocó el júbilo entre los militantes de los derechos homosexuales. Barack Obama celebró la decisión como una victoria de Estados Unidos y un éxito de la Casa Blanca. Mientras tanto, 16 mil integrantes de la comunidad lésbico gay celebraron en la Ciudad de México “nuestra ciudad, orgullosa de sus identidades diversas”, en la 37 marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTI, por sus siglas enloquecidas en español). Gamés celebra el hecho de que cada quien haga de sus partes un papalote y que las leyes protejan esa decisión. ¿Qué será ser “intersexual”?. Sólo Dios sabe.

En esas estaba Gil cuando leyó en su suplemento Confabulario de su periódico El Universal una entrevista de José Juan de Ávila con Sergio de la Mora, investigador de la Universidad de California y autor del libro Cinemachismo: Masculinities and Sexuality in Mexican Film. El título de la entrevista: “Pedro Infante y Arturo de Córdova hicieron cine gay”

Resulta que De la Mora considera que en películas como El gavilán pollero, A toda máquina, ¿Qué te ha dado esa mujer? y Dos tipos de cuidado, Pedro Infante juega deliberadamente a la homosocialidad, al homoerotismo y a la homosexualidad. Aigoeei. Cuando Gil escuchaba “se llevó mi polla el gavilán pollero, la pollita que más quiero” en voz de Pedrito, ¿se refería a otra polla? ¡Oh, no! Homosocialidad, ¿con qué se come? Gil entra a un bar y dice: buenas noches, soy homosocial. En una mesa, alguien le dice a otro: que se aísla mucho.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/cada-que-la-veo-venir.html

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