miércoles 24 abril 2024

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por etcétera

Con el título que lleva esta columna, Isabel Fulda, politóloga del CIDE, publicó en la revista Nexos de enero pasado un balance de la década feminista apenas trascurrida.

Su mirada, como dije ayer, está lejos del triunfalismo pero registra con claridad la marea de cambios que nutren la centralidad pública alcanzada por la lucha de las mujeres contra la violencia, la discriminación y la desigualdad.

En todos los campos de esa lucha hay ganancias visibles, y en todas hay un mundo que cambiar.

La despenalización del aborto, centro de la lucha feminista, ha tenido importantes avances legales en Ciudad de México, desde 2007, en la interrupción del embarazo por violación y en la disminución de penas.

También ha generalizado la discusión del tema y ha encontrado vías de movilización y visibilidad que no tenía, como la poderosa aclimatación mexicana de la Marea Verde, nacida en Argentina, o del himno feminista de las mujeres chilenas: “El violador eres tú”.

La pugna por la paridad de género en los espacios de poder tiene cifras sorprendentes. México es el país de la OCDE con más congresistas: 48% en la Cámara de Diputados, 49% de la de Senadores, 49 % en los congresos locales.

Y sin embargo, la violencia contra mujeres que buscan posiciones políticas es escalofriante: En 2016, la Fepade registró 103 casos de agresiones políticas con motivaciones de género.

Más información: http://bit.ly/397ScVr

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