El gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, aseguró que al aceptar ser embajador de España en México para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no significa traicionar al PRI y que no se trata de un asunto “de colores” o de partidos. Dijo que la invitación es “un honor”.
En entrevista con El Universal, Ordaz, quien será propuesto por AMLO ante el Senado para ser embajador en España, hizo eco de las declaraciones del presidente en el sentido que su posible nombramiento no tiene nada que ver con su militancia priista, ni tampoco es una falta hacia su partido, ya que la invitación no es para el PRI, sino para su persona, además de una “distinción hacia los sinaloenses”.
“Están invitando a la persona, a Quirino Ordaz, por las características y condiciones que el Presidente consideró, valoró, pero no es al partido. No tiene nada que ver con partidos esto, y mi aceptación es personal”.
Dijo que de acuerdo a los estatutos del PRI debe solicitar licencia al cargo de consejero político nacional para poder ser embajador. De lo contrario podría ser expulsado del partido. Lo mismo ocurriría si el Consejo Político Nacional no le acepta la licencia. Agregó que ya hizo el trámite correspondiente.
“Es un reconocimiento a los sinaloenses, es un gran honor. Es un tema no de colores, no de partidos”, dijo.
El 10 de septiembre pasado, AMLO dijo en un evento realizado en Sinaloa que “ voy a invitar a participar en el gobierno, nos va a ayudar en el gobierno, va a participar el gobierno que represento, el gobernador Quirino Ordaz, lo voy a invitar que trabaje con nosotros. Esto, porque ha hecho una buena labor en Sinaloa, es un profesional, es un hombre de trabajo, tiene experiencia y se va a unir, se va a sumar a nuestro equipo para seguir transformando nuestro país, es lo que quería informarles aquí en Sinaloa”.
Ordaz negó que el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, esté molesto con él. Esto luego de que el dirigente emitió un comunicado de prensa señalando que si Ordaz acepta la embajada, podría perder sus derechos políticos.
“No, todo lo contrario. El presidente es un buen amigo y tenemos una muy buena relación, y además creo que él está simplemente expresando lo que marcan los estatutos, es todo. Pero no está expresando nada más allá de lo que dicen los estatutos, y como dirigente del partido habla de los requerimientos que el partido establece en estos casos, pero simplemente se hace una solicitud de licencia y ya, es todo, se hace el trámite correspondiente, pero eso es independiente a la invitación y a la aceptación que yo hice de esta distinción que me hizo el presidente López Obrador, son dos cosas diferentes”.
Por su parte, el gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría, que llegó al cargo representando a una alianza entre PT, PRD, PAN y PRS, declaró este 14 de septiembre que “con todo gusto nos vamos a incorporar a su gobierno”, pero “todavía no sabemos a qué área, él tomará la decisión”.
“Siempre será un honor, para un ciudadano, un empresario de un lugar pequeño como Nayarit, como un servidor, ser contemplado para cualquier tarea que asigne el Presidente, por muy modesta que sea”, dijo.
Y, también en entrevista con el diario, dijo que él no le debe nada al PAN y que su militancia no es panista y por tanto, no hay traición, tal como dijo el líder nacional del PAN, Marko Cortés.
“Cuando hable de traición sería imperativo que lo haga ante un espejo”, dijo, hablando de Cortés.
Fue más allá al declarar que AMLO es su líder político.
“A mí me formaron en un entorno de absoluto respeto institucional, además de que coincido con las causas transformadoras del presidente. Partamos de una realidad, aunque moleste: este país padecía un grave deterioro en todas sus esferas, producto de los excesos, los abusos, la corrupción y la simulación; López Obrador, les guste o no, hoy encarna los anhelos de una mayoría harta de una realidad que construyó la clase gobernante del pasado reciente, no la construyó él”.
Así, ambos gobernadores, prontos a dejar sus respectivos cargos, justificaron el chapulineo hacia las filas de la 4T, tras la invitación de AMLO a sumarse a su gobierno, que enfrenta un severo desgaste de imagen y pobres resultados a tres años de administración
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