En el presente proceso electoral, los medios de comunicación participan activamente en las campañas políticas y, de acuerdo con su línea editorial, privilegian la información del candidato de su preferencia mientras que sesgan o incluso distorsionan la relativa a sus contrincantes, coincidieron Marco Levario Turcott, analista político y director de la revista etcétera y Hernán Gómez, articulista de El Universal y académico del Instituto Mora, durante su participación en el programa Sin Anestesia, conducido por Carlos Loret de Mola.
Levario Turcott expuso que es indiscutible la existencia de una prensa oficialista que busca congraciarse con el gobierno en turno y hace evidente sus compromisos partidistas con el candidato del PRI, sin embargo, también es innegable que hay una prensa militante que en la misma forma acrítica, abraza la causa de Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Para Hernán Gómez, es mayoritaria la prensa que a su juicio está en contra de López Obrador y saca de contexto sus declaraciones para atacarlo. Consideró que esta tendencia obedece a que la gran mayoría de los medios son “adictos” a la publicidad oficial y tienen miedo de que un cambio de gobierno encabezado por este candidato, ponga fin a los privilegios que han tenido por este concepto desde hace muchos años.
Marco Levario precisó que de acuerdo con datos oficiales que etcétera hizo públicos en su momento, cuando López Obrador fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, gastó un monto similar en publicidad gubernamental al que hizo Enrique Peña Nieto como gobernador del Estado de México y al igual que él concentró el mayor porcentaje a las televisoras, un 75% aproximadamente, y de manera adicional, el exmandatario capitalino privilegió a La Jornada muy por encima del resto de los diarios. Asimismo aclaró que no es atribución del presidente sino del Congreso modificar la Ley de Comunicación, recientemente aprobada por la Cámara de Diputados.
Desde el punto de vista de Gómez, el discurso de López Obrador es más conciliador y ha logrado construir una coalición plural que incluye empresarios, intelectuales, académicos y organizaciones, lo cual no ha querido ser leído por la prensa pro-gobierno y por eso han arreciado los ataques en su contra no sólo con la cobertura de su campaña, sino con sus plantillas de editorialistas donde hay varios intelectuales al servicio del régimen, aunque no dio nombres.
Levario Turcott anotó que la línea discursiva del aspirante de la coalición Juntos Haremos Historia es prácticamente la misma desde que buscó la presidencia por primera vez, donde alude frecuentemente a una “mafia del poder” en donde incluye a todos los que piensen diferente a él. Asimismo, indicó, un aspirante que llama “emperador” al presidente o que se confronta con los periodistas que lo critican no son precisamente señales de conciliación. También apuntó que no hace mucho, un sector de la prensa fue omiso y sesgado respecto a la evidente intervención desde el poder para intentar descarrilar la candidatura de Ricardo Anaya.
Hernán Gómez admitió que López Obrador en efecto tiene exabruptos, pero lo justificó con el hecho de que es un aspirante auténtico que a diferencia de sus adversarios no ensaya las palabras; pero también los otros candidatos los han tenido, pero de ellos no se habla en los medios y sólo se concentran en la persona de López Obrador porque es el puntero en la contienda.
Marco Levario puntualizó que todos los candidatos han tenido momentos mediáticamente desafortunados como cuando el equipo de José Antonio Meade amagó con denunciar a Animal Político por un reportaje, mientras que Ricardo Anaya ha incurrido en algunos excesos protagonismo y por lo que respecta a López Obrador, no es nueva su intolerancia a la crítica, como tampoco se puede negar que parte su estrategia comunicativa es hacer creer, a través de sus medios afines, que la elección ya está resuelta. Nada más distante de eso, concluyó
Foto; @CarlosLoret
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