A partir de que se reveló el presunto conflicto de intereses del hijo “incomodo” de López Obrador, José Ramón López Beltrán, la popularidad del presidente de la República se encuentra en el peor de los momentos desde que asumió el poder el 1 de diciembre del 2018 y va en picada.
Así, en términos de apoyo ciudadano, el titular del Poder Ejecutivo que en su necesidad narcisista de sentirse “amado por el pueblo” toma muy en cuenta las mediciones de su popularidad y las posibles afectaciones a su imagen, obtuvo el 54 por ciento de aprobación y un 43 por ciento de desaprobación, según reveló la más reciente encuesta nacional de EL FINANCIERO.
Se trata, según la medición realizada por dicho medio de comunicación, del nivel más bajo de apoyo popular que se ha registrado en lo que va del actual gobierno, según la serie de encuestas nacionales de dicha casa editorial, pues anteriormente ya se había registrado como nivel mínimo 56 por ciento de aprobación en mayo de 2020, al inicio de la pandemia, y 56 por ciento en junio y agosto de 2021.
El estudio, que se hace público a poco más de un de que se realice el ejercicio de revocación de mandado por pérdida de confianza en el presidente de la República reveló que, por segundo mes consecutivo, bajaron los índices de aprobación ciudadana al presidente, sumando 13 puntos de disminución en los primeros dos meses del año: siete puntos en enero y seis más en febrero.
La encuesta se realizó vía telefónica a mil 500 adultos en todo el país, a lo largo de un mes en que se discutió la casa gris en Houston, residencia en la que vivió José Ramón López Beltrán.
Para la población consultada sobre la percepción de la popularidad del mandatario, el asunto de la casa gris dividió opiniones: el 46 por ciento de las personas entrevistadas opinó que hay un posible conflicto de interés que requiere investigarse, mientras que el 40 por ciento expresó la creencia de que se trata de un ataque al Ejecutivo por parte de sus adversarios.
La casa editorial explico que esas opiniones reflejan claramente líneas partidarias: los morenistas en su mayoría expresaron que se trata sólo de un ataque, mientras que la mayoría de los oposicionistas cree que hay un conflicto de interés que debe investigarse. Entre los ciudadanos apartidistas no hay un punto de vista mayoritario, pero prevalece más la creencia de un conflicto de interés.
En el sondeo predomina la idea de que el presidente salió dañado en términos de imagen: mientras que 16 por ciento de entrevistados opina que el asunto de la casa gris fortaleció la imagen presidencial, el 50 por ciento cree que ésta salió dañada.
La encuesta también indica que la mayoría de los encuestados opina que el mandatario actuó incorrectamente al dar a conocer los supuestos ingresos del periodista que expuso la información sobre la casa gris: 33 por ciento consideró correcta la manera de actuar de López Obrador, mientras que 58 por ciento la consideró incorrecta.
Por otro lado, el 33 por ciento cree que, ante el tema de la casa en Houston, se debe cerrar filas en torno al mandatario, mientras que el 55 por ciento opina que se debe exigir transparencia al gobierno.
Según el sondeo, el 55 por ciento de los entrevistados señala que la violencia contra periodistas en el país ha empeorado en el último año, opinión que refleja la ola de asesinatos a comunicadores en lo que va del año.
Por otra parte, la “pausa” en las relaciones con España que sugirió el Presidente también en febrero dividió opiniones: 43 por ciento estuvo de acuerdo y otro 43 por ciento en desacuerdo. No obstante, 37 por ciento opina que una “pausa” en las relaciones con España perjudicaría a México, y 24 por ciento opina que le beneficiar.
