miércoles 24 abril 2024

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por etcétera

Mientras el Presidente subía a Twitter un video que lo mostraba jugando beisbol en un estadio vacío, en el Senado se daba el madruguete con la reforma a la industria eléctrica que nos regresa a la edad del carbón y el combustóleo.

Una hora antes de leer ese tuit me encontraba en el sexto piso de uno de los edificios del Senado donde está la oficina de la panista Xóchitl Gálvez.

Había acudido para que me contara sobre las propuestas que el Cluster Metropolitano de Energía le hizo llegar para sacar una reforma eléctrica de consenso y no por mayoriteo.

Inútil. Los senadores de la mayoría ni siquiera las miraron. Hay prisa por cumplir la instrucción del mero-mero: “¡No le muevan una coma!”. Cumplieron.

“Hemos tratado de tener acercamiento con los senadores de Morena, pero no quieren ni tomarnos la llamada”, nos dijo, temprano, Jorge Young, integrante del clúster.

Ni Xóchitl ni yo imaginábamos que horas más tarde se convocaría a una segunda sesión para aprobar la controvertida Ley Combustóleo, como la llama la oposición.

La segunda sesión se abrió con un voto particular en contra. Lo presentó la senadora del PAN Alejandra Reynoso.

Le reprochó a la mayoría su negativa a llevar la iniciativa a parlamento abierto. “No quisieron tomar en cuenta a los académicos, a los especialistas, a México”, subrayó.

Y les dijo sus verdades a los morenos: “para ustedes lo único que cuenta es escuchar a su patrón, que ahorita está jugando beisbol”.

Beatriz Paredes, del PRI, subió a tribuna para dejar constancia del desacuerdo de su bancada por el desaseo con el que se procesó el dictamen en comisiones. “Es triste el papel en el que se coloca al Poder Legislativo”, dijo.

La tlaxcalteca rechazó categóricamente las descalificaciones que estigmatizan y acusan de “antipatriotas” a los que no coinciden con una sola visión.

“El pensamiento único es, por su naturaleza, antidemocrático”, subrayó la experimentada legisladora.

Miguel Mancera, del PRD, destacó las violaciones constitucionales de la iniciativa:

El artículo 25 de la Constitución establece que la transmisión y la distribución son áreas estratégicas. Le corresponden al Estado. Pero el 28 establece que la generación y comercialización deben llevarse en un mercado de libre competencia.

Destacó, además, que la reforma contraviene los tratados que México ha firmado, en particular el T-MEC. “Por eso vamos a votar en contra”, dijo.

Los oradores de la mayoría, en el “diálogo de sordos”, llevaban sus argumentos al terreno ideológico, ante la falta de conocimientos técnicos. La “recuperación de la soberanía” y la “rectoría del Estado” eran ejes de sus intervenciones. Hubo hasta vivas a López Obrador.

No faltaron alegatos risibles. Lea con atención lo que dijo el morenista Ovidio Peralta:

“El PRIAN ha usado de forma perversa el argumento de que la iniciativa para el fortalecimiento de la CFE encarecerá la energía eléctrica argumentando que el sol y el viento no cuestan. Es falso.

“La energía del sol o la del viento no se pueden conectar directamente a la red. Se necesita infraestructura, respaldo. No se genera energía las 24 horas del día”.

“…Si se va el sol entra la CFE, como respaldo, a poner la energía. Todo eso cuesta. Si la fuerza del viento no es suficiente, en ese momento entran las plantas de la CFE…”.

Se le olvidó mencionar que el megawatt de energía que proviene del combustóleo cuesta 1,485 pesos; el megawatt de energía limpia 385 pesos. ¿Estará pensando en subsidios o cargar la diferencia en los recibos? Es pregunta.

Se dio el madruguete. López Obrador debe estar celebrando el home run. Pero entrará al relevo la SCJN. El Bloque de Contención presentará una acción de inconstitucionalidad. Es la última entrada.

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