El cardenal Norberto Rivera declaró el pasado domingo que la iglesia católica, a pesar de no haber sido invitada, participará en el debate organizado por el gobierno mexicano sobre el uso de la marihuana.
Con esto, confirma que la institución está abierta a la discusión sobre la implementación de la droga, situación que discrepa con su postura sobre otros temas controvertidos como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
De acuerdo con el funcionario, la iglesia nunca ha tenido ningún problema en recomendar todos los elementos de la naturaleza que sirvan para la salud y para una vida mejor de los ciudadanos, por lo que se puede cuestionar, si entonces el embarazo atenta contra la vida de la madre o es producto de una violación, ¿no sería mejor abogar por el beneficio de la misma?, o en el caso de los homosexuales, ¿no sería una mejor vida si se respetaran sus preferencias?
De igual forma la iglesia podría intentar resolver su conflictos internos por abusos a menores y asuntos económicos publicados gracias la filtración de documentos, antes de opinar en debates donde no es requerida su participación.
Las declaraciones del arzobispo se dan cuatro días después de que el gobierno del Distrito Fedral y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hicieron pública una iniciativa para modificar la Ley General de Salud, documento que harán llegar al congreso para permitir el uso de la hierba con fines médicos.
Cabe señalar que luego de que la Suprema Corte avaló el uso de la marihuana como uso recreativo, la iglesia calificó la medida mediante su semanario Desde la Fe como un fallo de los jueces para sembrar el embrión de la destrucción.
Situación que ahora se contradice con la postura abierta que mantienen al debate para analizar los usos terapéuticos del enervante con la asesoría de especialistas en materia de salud.
“Lo que ahora se llama una aventura por la libertad comienza a ser realmente el fracaso de la Corte que le ha hecho el juego al movimiento cannábico, supuestamente para proteger la libertad personal con las cadenas opresoras de las adicciones y la esclavitud de las drogas, que conducirá irremediablemente al desastre”, dijo la Arquidiócesis mexicana.
(Con información de El País)
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